El consejero General para la Formación, el salesiano Ivo Coelho, participó conectado desde Israel, convocado por el Sector de Formación de la Congregación; así como el salesiano Francisco Santos Montero, del mismo Dicasterio, y el salesiano Juan José Bartolomé, Coordinador Regional de Formación.
El intenso trabajo de la comisión se dividió en dos partes: la primera estuvo dedicada al análisis y reflexión sobre la situación de la formación en la Región; en la segunda parte, la comisión se comprometió a actualizar el Reglamento CRF y a realizar propuestas para la implementación concreta del Proyecto Regional de Capacitación 2020-2026.
Del 24 al 26, la comisión trabajó en los temas de formación comunes a todas las Regiones. Cada tema examinado, previamente elaborado por las Inspectorías de la Región, tuvo una cuidadosa reflexión por parte de la Comisión, para llegar a la formulación de propuestas concretas. El padre Coelho, ayudando a todos a dar gracias a Dios por el don de los jóvenes salesianos, recordó la responsabilidad que se tiene al acompañarlos. “Así, es importante preguntarnos continuamente qué podemos hacer para mejorar en esto”, explicaba.
Las comunidades internacionales, argumentó el padre Coelho, no son sólo una necesidad de la época, sino sobre todo un «lugar teológico» salesiano: la Congregación es una familia y por tanto, la internacionalidad y la interculturalidad son una riqueza que forma parte de la identidad más profunda.
El último día, además de la actualización del Reglamento CRF, hubo una larga reflexión sobre las opciones concretas para vivir juntos como Región, como un servicio de acompañamiento tanto a las comunidades, como a los salesianos individualmente, para fortalecer la identidad salesiana consagrada.
Las cuatro áreas temáticas del Proyecto: Identidad salesiana consagrada en la misión compartida; Formación conjunta en la misión compartida; Formación en misión; Formados para formar; y el acompañamiento, permitieron decidir diferentes estrategias e intervenciones concretas para ser implementadas como Región.
Muy hermosos fueron los momentos de oración y fraternidad vividos en común por todos los presentes en los lugares de Don Bosco. Conmovedora y sugestiva fue la peregrinación al Santuario de “San Ignacio de Loyola” en Lanzo Torinese, donde Don Bosco realizó sus ejercicios espirituales anuales durante tres décadas. Fue para todos, un momento de intensidad espiritual y entusiasmo carismático, pensando en la experiencia de Don Bosco. La Comisión concluyó su trabajo celebrando la Eucaristía en la Iglesia de San Francisco de Sales.
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