Tras finalizar los Ejercicios Espirituales con los Consejos Inspectoriales de la región Interamérica, el Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, inició su visita a la Inspectoría de Ecuador con un primer encuentro que convocó alrededor de 250 personas pertenecientes a diferentes ramas de la Familia Salesiana el pasado 10 de febrero.
Con la Familia Salesiana
A su llegada a la capilla de la Unidad Educativa Particular Bilingüe Spellman, sede del encuentro, los asistentes recibieron con aplausos al X Sucesor de Don Bosco, quien se juntó en un abrazo fraterno con Hijas de María Auxiliadora, Salesianos Cooperadores, Damas Salesianas, integrantes de ADMA, entre otros.
A continuación, el Rector Mayor presidió la Eucaristía por los 150 años de fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Lo acompañaron el Inspector, Francisco Sánchez, y el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo Espinoza.
Durante su homilía, felicitó a las FMA por este aniversario y las dijo que “es un tiempo para agradecer al Señor de la Vida porque gracias a Él es posible recordar estos años de vida salesiana… porque ha sido el Espíritu que lo ha querido. Un tiempo para agradecer por la vida de tantas hermanas que se han entregado hasta el fin de sus días”.
A la Familia Salesiana también le dejó un mensaje importante: “Estamos llamado a ser de ese grupo de gente que podamos transmitir algo de mirada de esperanza. Cuando no hay esperanza, nosotros tendríamos que hacerlo; nuestras casas tienen que ser alternativa, tienen que ofrecer algo especial. La Familia Salesiana no es solo para estar contentos entre nosotros, lo somos porque tenemos algo que ofrecer con lo que llevamos en el corazón”.
Familia Salesiana de hoy
Al finalizar la Eucaristía, se llevó a cabo un coloquio sobre el tema: “Lo que espera el Rector Mayor de la Familia Salesiana de hoy”, el cual dio inicio con las palabras de Sor Cruz María Piña, inspectora de las FMA en Ecuador, quien dio una cálida bienvenida a don Ángel y se refirió al carisma común que Dios les ha regalado como familia y cuya misión, en la Iglesia y en la sociedad, es cuidar de los jóvenes, los adultos, preferentemente los pobres, abandonados, los que están en necesidad y en peligro. “Ellos son los protagonistas y destinatarios de la educación y evangelización”, finalizó.
Durante su intervención, don Ángel no quiso permanecer sentado en el escenario que se había preparado y decidió ponerse de pie y conversar de frente al auditorio que escuchaba con atención sus palabras. Y frente a una pregunta que llegó desde el público, referente a lo que espera de la Familia Salesiana de Ecuador, su respuesta fue la siguiente: “Pues les voy a sorprender porque les voy a pedir poquitas cosas. Lo primero que sean todos buenos y buenas, que sean santos… que sean preciosos matrimonios cristianos, que sean consagradas laicas en el mundo con una fuerte personalidad y con una fuerte espiritualidad”.
Finalmente, el encuentro terminó con varios números artísticos y fue nombrado simbólicamente como miembro honorable de la Asociación de Exalumnos del Colegio Técnico Don Bosco de la Kennedy, de quienes recibió su respectiva credencial.
Con los jóvenes
El último día de la visita del Rector Mayor comenzó, la mañana del viernes 11 de febrero, con la celebración de la Eucaristía con los directores salesianos en la Capilla de la Casa Inspectorial. A esta celebración, también se unieron los hermanos de las diferentes comunidades a través de la plataforma Zoom.
A las 9 horas se desarrolló el encuentro con el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) de Ecuador en el coliseo de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS) – Sede El Girón. Allí, al ritmo de la canción “Vive, Don Bosco vive”, fue recibido por cientos de chicas y chicos que llegaron desde diferentes lugares de Ecuador. El clima fue de mucho júbilo, porque sintieron que era la presencia de Don Bosco entre ellos.
Antes del inicio del programa previsto, una joven achuar, de la comunidad de Wasakentsa, se dirigió a don Ángel y le brindó la chicha, la cual es una bebida típica de esa cultura amazónica y que fue un símbolo de la fiesta que unió a la juventud como hermanos en Don Bosco.
Discípulos y misioneros
A continuación, el Rector Mayor habló sobre el eje: “Jóvenes discípulos y misioneros en salida”. Allí les dijo a los asistentes con la dulzura de un padre: “Si algo tiene la juventud salesiana es que es una juventud que sueña que algo bonito podemos hacer por los demás. Yo estoy convencido de que el Señor Jesús les necesita a ustedes como jóvenes de hoy… Segundo, yo estoy convencido de que Don Bosco necesita de jóvenes capaces de hacer algo por otros y tercero, los muchachos y muchachas que vienen detrás de ustedes no solo necesitan de ustedes, es que tienen el derecho a vivir las mismas oportunidades que ustedes están viviendo, de no estar solos, de sentir amigos de los que me puedo fiar; es decir, detrás vienen otros que les necesitan, eso es lo que el papa Francisco llama a ser discípulos misioneros de Jesús”.
Joselin Ampan del Oratorio de Sevilla Don Bosco llegó con mucha ilusión a este encuentro y así describió al Rector Mayor, a quien considera el Don Bosco actual: “Nosotros lo sentimos como un joven más que está entre nosotros; es decir, un animador o catequista más que siempre va a estar ayudándonos, ‘hey vamos, tú puedes salir adelante’”.
“Tener aquí al Rector Mayor es algo que nos alegra a todos los jóvenes, a quienes también acompañamos a ellos, es magnífico que don Ángel esté entre la juventud ecuatoriana”, fueron las palabras de Deivid Muentes, quien colabora como asesor religioso en el MJS de Manta.
Este encuentro tuvo en su parte final la presentación de varios números artísticos, donde los jóvenes demostraron todo su talento en el baile y la música. Uno de los grupos que puso a bailar al padre Ángel fue el que llegó desde Esmeraldas y puso la alegría con el ritmo de la marimba.
Con salesianos y seglares
El último encuentro se desarrolló por la tarde y tuvo como sede al teatro “Turín” del Colegio Técnico Don Bosco de la Kennedy, el cual abrió por primera vez sus puertas para recibir al X Sucesor de Don Bosco. Allí se dieron cita salesianos y seglares con cargos de responsabilidad de las diferentes obras.
La charla giró en torno al tema: “Caminar juntos: formación y misión”. A manera de diálogo, el Rector Mayor se dirigió a los asistentes para decirles lo siguiente: “No tenemos como Congregación otro camino más que el de la misión llevada a cabo juntos: salesianos y seglares. Este camino es el más eficaz, es el más rico, es el que genera más vida, es el que ayuda más”.
En la parte final de su intervención les dijo a los participantes: “Yo creo profundamente en ustedes, creo profundamente en el gran valor del camino que estamos haciendo juntos. Gracias por su servicio, su generosidad y su buen hacer profesional en favor de la misión”.
Una de las asistentes fue Cristina Gallegos, coordinadora del departamento de Pastoral de la UE Don Bosco de Macas. Tras escuchar a don Ángel, el mensaje que se lleva fue de que “no todos somos buenos para todo, pero uniendo nuestras fuerzas, uniendo nuestras características podemos aportar muchísimo a la misión salesiana y debemos creer que es posible, que no hacemos solamente un trabajo, sino que además somos parte de una gran misión, del sueño de Don Bosco”.
Desde la comunidad de Simiatug, don Giovanny Pichucho también llegó a este encuentro para compartir con el Rector Mayor, a quien quiso dejarle un mensaje: “Gracias por asumir este reto de ser Don Bosco y guiarnos a nosotros en este siglo que tiene sus dificultades y que también tiene sus esperanzas, y que nos ayude a ser signo de amor y de esperanza para nuestros jóvenes”.
Salesianos en Ecuador
La Congregación Salesiana llegó a este país sudamericano en enero de 1888, días antes del fallecimiento de Don Bosco, quien supo del viaje de los 8 salesianos destinados a aquella misión. El 18 de febrero de 1888 comenzó un Oratorio Festivo en Quito. En años posteriores, las casas salesianas se expandieron por todo el país. En la actualidad, existen 22 casas salesianas y algo más de 150 salesianos.
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