Recientemente, los coordinadores de innovación de los colegios de la Inspectoría Santiago el Mayor han celebrado una reunión presencial en la sede de la capital tras el curso de la pandemia. El objetivo de ésta fue el reencuentro presencial, retomar el pulso al estado de la innovación en nuestros colegios y el planteamiento de retos para el futuro en esta nueva situación ya normalizada.
En los colegios Salesianos SSM se trabaja la innovación desde un marco al que llamamos ‘de las cuatro transformaciones’. Esas transformaciones se enfocan en la organización y cultura, el currículo, el liderazgo y los roles del profesor y el alumno y en las redes y espacios. Se pretende así que la innovación se integre de forma transversal en la vida del centro.
Un punto de partida
Desde el año 2015 que se celebró el Congreso de escuelas con motivo del bicentenario de la muerte de Don Bosco, nuestros colegios realizan constantes esfuerzos por actualizar nuestra práctica educativa y dar la mejor respuesta posible a nuestro alumnado. Una respuesta que ha de ser acorde al momento actual, pero cuidando siempre mantenernos fieles a la esencia que tan potente nuestro sistema educativo: la cercanía, la relación personal con cada alumno, la motivación positiva, etcétera.
Cada centro concreta su propio plan de innovación, lo que ayuda a seguir avanzando con especial atención al contexto en el que se hallan. El aprendizaje significativo basado en las metodologías activas ha resultado protagonista de esta adaptación, traduciéndose en fórmulas como el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo cooperativo, el aprendizaje servicio…
La pandemia provocó un aumento de la digitalización, pero también supuso una complicación para algunas estrategias metodológicas, como el aprendizaje cooperativo, dificultando su praxis. Ahora, tras aprender de todo este tiempo reciente, es el momento de replantearse y revisar nuestros procesos de innovación, ofreciendo un nuevo impulso adaptado al momento actual. Este es principal reto fijado para el momento actual, reforzando y consolidando lo ya avanzado, dando una nueva oportunidad a las iniciativas que tuvieron que quedarse aparcadas y ofreciendo una respuesta a las nuevas necesidades que en este momento se nos plantean.
La renovación de espacios, la inclusión educativa y los retos y oportunidades que plantea la LOMLOE para hacer realidad nuestro estilo educativo salesiano, fueron los ejes que permitieron a estos equipos reflexionar, resituarse, compartir y plantearse los contenidos y formas para lograr cada vez una mejor Escuela salesiana en el siglo XXI.
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