La Asociación Centro Xuvenil Abertal, está realizando campamentos de verano dentro del convenio con la Concellería de Política de Benestar Social do Concello de Vigo, en el marco de programa municipal Vigo Inclusivo, dirigido a personas con discapacidad del Concello de Vigo.
Las actividades se desarrollan en el entorno de la playa de Samil de la ciudad gallega, aprovechando las instalaciones municipales del Museo Verbum.
Verano diferente
En estos campamentos participan un total de 125 personas, distribuidas en seis semanas, en los meses de julio y agosto (desde el 8 de julio al 30 de agosto), en grupos reducidos de 20-25 participantes, por edades, atendiendo a niños, niñas, jóvenes y personas adultas.
Son tres los objetivos que busca cubrir este programa:
- Ofrecer un servicio de ocio adaptado a sus necesidades y gustos, ofertando actividades variadas y equilibradas para cada grupo de edad.
- Servir como respiro familiar permitiéndoles a las familias o personas que les cuidan la conciliación de la vida laboral y familiar.
- Favorecer la inclusión del colectivo de personas con discapacidad dentro de la oferta de tiempo libre de la ciudad de Vigo.
Vigo Inclusivo
Las personas participantes realizan actividades inclusivas en la ciudad, compartiendo espacios con el resto de la ciudadanía, normalizando la convivencia y disfrutando del tiempo libre, como cualquiera. En este mes de julio, por ejemplo, han participado activamente en algunas de las actividades del Festival TAC de Arquitectura Urbana, en la Puerta del Sol de Vigo.
Algunas de las actividades con más éxito son las excursiones a la Hípica o la actividad de Terapia Canina, además de un buen chapuzón en la piscina o actividades en la playa.
«Es mi segundo año en este campamento y me parece muy divertido, me gustan mucho el trabajo que hacen los monitores, disfruto de la piscina y el parque de bolas. Me siento bien de estar aquí y tenía muchas ganas de que llegase la fecha. Me gusta pasar tiempo al aire libre en compañía de mis compañeros además hay amigos que conozco del colegio», explica A. P. una de las personas participantes.
Por su lado, M.C. una de las monitoras de campamento completa:
Nuestro trabajo como monitores en este campamento no se parece en nada al que puedes llevar a cabo en ninguna otra actividad de ocio y tiempo libre. Incluso entre semanas, el trabajo cambia radicalmente. Hay días en los que tienes que dedicarte a “apagar fuegos” otros en los que intentas que cada chico o chica disfrute, a su manera, de la experiencia y otros en los que, de repente, encuentras un punto de conexión indescriptible con alguno de los participantes.
Aunque la mayor parte del tiempo es un trabajo muy físico que requiere, en muchos casos, de altas dosis de paciencia, siempre encontramos un hueco para sentarnos a charlar o para jugar con los participantes. Aprendemos día a día de todos y cada uno de ellos y no hay semana en la que no descubramos algo nuevo que nos hace sonreír, por dentro y por fuera. Sin duda es un trabajo que nos cambia la perspectiva sobre la vida, las dificultades y sobre toda la suerte que, sin merecerla, hemos tenido hasta ahora.
Pocas cosas son comparables a esta experiencia que todos deberíamos vivir para perder los miedos que, de primeras, todos hemos sentido. Simplemente, hay que estar y ser con todos ellos y ellas. Demostrarles que te importan y dedicar el tiempo que estás con ellos a que disfruten al máximo del momento.
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