El Centro de Formación Père Michael tiene sus puertas abiertas durante todo el día para facilitar que cientos de jóvenes del barrio de Niarela, en Bamako, capital de Mali, e incluso de la periferia, acudan para practicar deporte, aprender música o poder estudiar en su biblioteca. Allí pasan desde principio de la mañana hasta el anochecer. Se trata de un patio salesiano, donde, como en tantas casas salesianas de nuestro país, jóvenes en situación de exclusión viven, sueñan con un futuro, estudian, aprenden la importancia del esfuerzo y del trabajo en equipo; en definitiva, disfrutan de un lugar donde poder desarrollarse y expresarse, con el acompañamiento de los salesianos de Mali.
En Bamako, el impacto social de un proyecto como este tiene un valor incalculable. El objetivo es alejar de las calles a la juventud —de edades entre 12 y 25 años—, de hábitos perjudiciales como el alcohol o las drogas, y ofrecerles un espacio de ocio educativo que promueva actividades culturales y que permita el desarrollo de los valores de cada persona.
Fruto de una colaboración de la ONGD Bosco Global con el Ayuntamiento de Pozoblanco, se ha conseguido el equipamiento deportivo para las jóvenes del equipo de baloncesto, se ha puesto en marcha un taller de música y se han organizado jornadas de sensibilización de salud e higiene para la prevención de malos hábitos y la promoción de una vida saludable. El proyecto se inició en noviembre de 2020 y en estos días se están organizando las últimas actividades del mismo para finalizar el próximo mes de noviembre. Como colofón, la juventud que participa en el taller de música está organizando un festival que, sin duda, será la guinda de este proyecto tan necesario para el barrio.
Desde la Bosco Global agradecen todas las personas y entidades que han hecho posible este proyecto, en especial, a quienes están comprometidas con la juventud y su derecho a tener acceso a un ocio seguro.
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