Emma García Alarcón | Comunicación SMX
Casas como Mataró, Huesca o Monzón organizan diferentes caminatas que llevan a centenares de participantes por un recorrido de interioridad y encuentro.
Don Bosco decía “camina con los pies en la tierra, pero teniendo la mirada y el corazón en el cielo”. Esta es una de las señas de identidad que representan el sentido del estilo salesiano y que se traduce en diferentes iniciativas que se desarrollan desde los distintos ambientes de cada presencia salesiana.
Una muestra de ello, que se acerca de forma literal a la frase pronunciada por el santo de los jóvenes, es la puesta en marcha de diferentes peregrinaciones que se han consolidado a lo largo de las últimas décadas.
En las últimas semanas pudo verse este ejemplo en la subida a Montserrat. La 34ª edición organizada desde Salesianos Mataró a cargo del AMPA, y que se realiza de forma similar en diferentes fechas en casas como Rocafort, Horta o Sant Boi, reunió a 106 participantes en un recorrido nocturno a pie que salió desde Terrassa, a las 00:00 horas del sábado 23, y terminó con un momento de oración a primera hora de la mañana a pie de la abadía. La caminata, que consta de 26 kilómetros, llevó a todos los participantes por zonas montañosas seguras con el propósito de interiorizar con uno mismo y pasarlo bien.
«La Subida a Montserrat es una de las vivencias más emocionantes que nos ofrece la escuela»
“El caminar de noche, acompañado de los amigos, ha sido una experiencia muy especial y será difícil de olvidar. Pese al cansancio, el resultado final vale mucho la pena”, compartían los participantes de este momento. Los organizadores del AMPA llevaban semanas preparando toda la caminata, eligiendo las fechas de la subida, organizando dónde serían los avituallamientos y lo que servirían a cada uno… También había un servicio de guías, quienes llevaban un kit de atención sanitaria preparado por una especialista por si era necesario intervenir en caso de algún accidente. Además, había un coche escoba para quien no pudiera continuar por cualquier motivo.
«Además de la organización de todos los preparativos necesarios, desde la organización nos hace especial ilusión la elección del obsequio de que cada edición se sortea entre todas las personas participantes», explicaban.
Finalmente, el recorrido terminó en el Monasterio de Montserrat donde tuvo lugar la tradicional oración en la plaza de los Apóstoles, quien recibe el nombre en recuerdo de una capilla que fue edificada en el siglo XVI en memoria de los Santos Apóstoles. Allí ante el apóstol de la juventud, San Juan Bosco, se hizo la tradicional ofrenda floral. Cansados, pero bien contentos, los participantes regresaron a Mataró en autobús pensando en la próxima edición.
Otras experiencias salesianas
Las casas salesianas de Aragón también cuentan con diferentes iniciativas para ponerse en marcha durante el curso.
La Asociación Amigos de la zapatilla de Salesianos Monzón se fundó en 2012 con la idea de realizar excursiones de montaña para toda la familia salesiana, docentes, alumnado y antiguos alumnos. «Las próximas citas previstas son las cascadas del Cinca en noviembre, la sierra de Sis en diciembre o Santa María de Buil en enero», añaden.
Por otra parte, la Javierada de Salesianos Huesca es una peregrinación organizada por la obra que saliendo a pie del santuario de María Auxiliadora un jueves por la tarde llega a Javier el sábado para participar en las celebraciones religiosas del domingo. «Haciendo senderismo-montañismo se busca poner en práctica los valores del peregrino. Los participantes se esfuerzan por practicar la convivencia y comunicación con el mayor número de compañeros. El silencio y la charla amistosa, Todos se sienten responsables de los demás, ayudan y comparten. Tienen presentes las aspiraciones del peregrino: Humildad, Generosidad, Tenacidad, Paciencia, Austeridad, Caridad y Diligencia, todo ello en un ambiente festivo», comparten desde la casa salesiana.
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