De andar y pensar

Vivir otra vez

Javier Valiente me palmeó suavemente la espalda otra vez. Tienes que hacerlo. Vas a ser el de antes: un chico que se comía las calles, las ciudades, los pueblos, un chico animado y lleno de vida. Mira, te diré lo que vamos a hacer. A partir de ya, escríbenos algo...