Hablar de cambiar las cosas, pero también de prevenir. Identificar qué son los discursos de odio pero también conocer sus causas y consecuencias en la sociedad. Estos fueron los principales ejes de reflexión y acción que han motivado a 34 espacios educativos del ámbito formal y no formal en todo el territorio nacional a participar en este proyecto.
Han sido 18 meses de aprendizajes. Más de 500 jóvenes junto a 100 profesionales de la educación han accedido a formación en: gestión emocional, participación desde el enfoque de juventudes, discursos de odio y desinformación, nuevas narrativas para la transformación social y gestión de acciones de cambio.
Como resultado, los grupos de jóvenes ha creado 26 acciones de cambio basadas en el fomento de la información veraz y las nuevas narrativas para la cultura de paz. De esta forma, se ha generado conciencia crítica hacia a los mensajes de odio que circulan en las redes sociales agudizados en el contexto COVID.
La homofobia, la xenofobia, el machismo y el racismo han sido las principales temáticas abordadas y reinterpretadas en forma de vídeos, imágenes, carteles, canciones y podcast. Con el fin de cambiar sus percepciones negativas, se han generado narrativas más inclusivas y equitativas alrededor de estas temáticas. Como marco a todas las acciones de cambio social realizadas se ha tenido en cuenta la Agenda 2030, con especial atención a los enfoques de género y medio ambiente.
Con cada actividad se ha buscado el efecto multiplicador entre jóvenes y su entorno. Eva Caballero, técnica de Educación para la Ciudadanía Global en Bosco Global, destaca que “desde nuestro proyecto y visión creemos que sí se han podido cambiar las cosas; siempre pensando en lo cercano: nuestra clase, aula y centro.”
El balance de las entidades participantes ha sido muy positivo. Algunos de los principales logros alcanzados se traducen en la identificación de qué son los bulos y los discursos de odio. Desde uno de los colegios se reflexiona sobre cómo la aceptación del otro depende del lugar de origen: “aceptamos a ucranianos pero no marroquíes”. Todos los centros han coincidido en que el colectivo LGTBIQ+ es el que más mensajes de odio recibe en las redes sociales en la actualidad. En cuanto al género no ha habido dudas en que las mujeres han sido históricamente las más perjudicadas por los discursos de odio reconociendo avances de equidad pero aún con mucho camino por recorrer.
El espíritu de cambio que ha marcado este proyecto ha conseguido que la comunidad educativa se interese e involucre en la prevención de los discursos de odio. Julia Lapeña, técnica de Educación para la Ciudadanía Global en Jóvenes y Desarrollo, hizo referencia a cómo el profesorado y alumnado han evolucionado y aprendido en relación a los ODS y, en definitiva, en lo que respecta a los Derechos Humanos. “Sin duda, existe un impacto tras la formación y las repercusiones positivas ya que se ha generado un clima adecuado para la crítica y la conciencia colectiva”.
Los aprendizajes compartidos siguen motivando para dar continuidad a proyectos como el de “Interconectad@s”. Somos Ciudadanía Global que nos interconectamos a través de las redes sociales. Si quieres ser parte de la transformación y apoyar acciones de cambio, conoce más en https://boscoglobal.org/educacion-para-el-desarrollo/interconectads-para-transformar-las-redes-sociales/.
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