Corazones agradecidos de los 27 voluntarios misioneros salesianos tras sus experiencias en América y África

4 octubre 2022

Misiones Salesianas

l

La experiencia de Voluntariado Misionero de corta estancia de la Inspectoría Santiago El Mayor ha contado este verano con 25 voluntarios procedentes de 12 obras salesianas. Entre los meses de julio y septiembre, seis países de América y uno de África han acogido a los voluntarios, que han acompañado a las comunidades salesianas en las que han residido en las tareas y proyectos que desarrollan en favor de la infancia y de la juventud más necesitada. El balance de la experiencia misionera y de fe que han vivido todos ellos ha sido muy positivo.

Los 25 voluntarios salesianos de la Inspectoría Santiago El Mayor han participado de las actividades pastorales de las obras salesianas de siete obras salesianas (Guatemala, Ecuador, Colombia, Bolivia, Perú y México y Angola) en las que han acompañado a las comunidades salesianas en las tareas diarias relacionadas con la educación, el ocio y el tiempo libre de los menores y jóvenes de los diferentes proyectos que llevan a cabo.

La “emoción, el agradecimiento, el acompañamiento, los nervios y la ilusión…” que expresaron los 25 voluntarios antes de tener su experiencia de voluntariado de corta estancia con Misiones Salesianas se hicieron realidad después de dos años de pandemia. A pesar de sus diferentes perfiles y edades, -profesionales, personas prejubiladas, profesores de colegios salesianos, animadores de centros juveniles…-, todos han cumplido un mismo objetivo: una actitud de servicio en la vida y un lema: Voluntarios por siempre.

Los voluntarios regresan contentos y agradecidos por la experiencia personal y de fe vivida

Los voluntarios, procedentes de Madrid, Alcalá de Henares, Arévalo, Salamanca, Puertollano, Ciudad Real, Pamplona, Soto del Real, Bilbao y Azkoitia, han regresado contentos y agradecidos por la experiencia personal y de fe que han vivido. Ahora toca retomar sus rutinas personales sin olvidar su espíritu de voluntarios y haciendo balance de este verano salesiano tan especial.

Elena López, profesora de Salesianos Ciudad Real, viajó a obra salesiana educativo-pastoral Casa Laura Vicuña de Quebrada Honda (Perú). Su testimonio es que “ha supuesto para mí una experiencia vital imprescindible. Me ha recordado cosas que se nos olvidan a las personas en nuestro día a día, por ejemplo, cómo es el mundo fuera de tu zona de confort. Ha sido un intercambio de experiencias con puntos fuertes en común, como son la fe y el carisma salesiano, que nos hacen aprender intensamente a todos los que compartimos esta vocación”.

Andrea del Pozo y Haizea Ramos, profesoras en Salesianos Deusto, estuvieron cinco semanas en Guayaquil (Ecuador). Allí, “echamos una mano en la escuela que se encuentra en la Casa Don Bosco, un hogar de menores que acoge a niños de la calle y donde cada niño arrastra la mochila del analfabetismo y la pobreza. Se ha convertido en un verdadero reto enseñar a leer y escribir a niños de entre 12 y 16 años que hasta ahora centraban sus esfuerzos en sobrevivir en la calle”.

“Comprobar la presencia de Dios y de Don Bosco en la otra parte del mundo llena el corazón”

Henar, educadora y animadora en Salesianos Arévalo, destaca cómo “para mí, este voluntariado me ha servido para conocer cómo otras personas viven la fe. Y eso me ha hecho valorarla más. Dar gracias constantes por la vida que tengo, por la vida que estoy viviendo, con mis facilidades. Me he sentido abrazada por Jesús, por Dios. Me he sentido bendecida. Estas palabras sólo se pueden escribir cuando vas siendo consciente poco a poco de lo feliz que has sido allí”.

Por su parte, David Valle, de Salesianos Las Naves, en Alcalá de Henares, subraya que “me ha enriquecido, sobre todo, ver la dignidad, la alegría y vivencia de la fe del pueblo cristiano de Angola en medio de las dificultades”.

Al mismo tiempo que los voluntarios estaban viviendo su experiencia, el responsable de Voluntariado de Misiones Salesianas, Alejandro Vázquez, viajó para visitar algunos proyectos salesianos de la Inspectoría de México-Guadalajara para conocer la realidad de las obras salesianas, la propuesta de voluntariado en cada una de ellas y hacer la visita a los voluntarios que estaban realizando su experiencia en ese momento.

“Esta experiencia de visita no sólo ha generado lazos con las casas salesianas y la Procura de Misiones Salesianas, sino que también me ha servido para entender la realidad de México y poder fortalecer el acompañamiento de los voluntarios que asumen la responsabilidad de apoyar en estas obras. Sin duda, darse cuenta de la presencia de Dios y de Don Bosco en la otra parte del mundo llena el corazón y anima a seguir contribuyendo a la misión salesiana”, asegura Alejandro.

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

También te puede interesar…

BlogsLas cosas de Don Bosco
La lámpara de gas

La lámpara de gas

Una nueva luz Nací en la fábrica “Gas e luce Torino”. Tanto yo, como cientos de hermanas mías, llevábamos impreso el sello del progreso. La intensa y brillante luz que brotaba de nuestras cabezas mejoraba el alumbrado de los hogares de la ciudad. Protegieron mi...