La operación se desarrolló con plena normalidad y con el máximo respeto por la integridad del conjunto escultórico, símbolo de la devoción salesiana en nuestra ciudad. Este primer paso marca el inicio de una nueva etapa de conservación y restauración, orientada a preservar y revitalizar este testimonio tangible de fe y memoria.
El Bonal, para los salesianos de Puertollano, no es solo un enclave geográfico: es un espacio de encuentro espiritual, de celebración comunitaria y de profunda vinculación con la figura de María Auxiliadora. Allí se han forjado numerosas vocaciones salesianas, muchas de ellas aún activas en el trabajo educativo y pastoral, que recuerdan con cariño los momentos vividos en este lugar y que han dejado una huella imborrable en generaciones de alumnos y educadores.
Como parte del compromiso por mantener viva esta presencia, el monumento será reubicado en la plaza situada frente al Colegio Salesiano de Puertollano, contando con el interés y la colaboración del Ayuntamiento. Esta nueva ubicación permitirá que María Auxiliadora siga siendo un referente visible y cercano para toda la familia salesiana.
Desde la comunidad salesiana, agraden profundamente la implicación de todos los profesionales que han hecho posible esta delicada tarea, así como el compromiso compartido por mantener viva la presencia de María Auxiliadora en Puertollano a través de un patrimonio tangible que sigue hablando al corazón de generaciones.
 
					
 
								
							 
								
							 
								
							









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