Alpha y Lamin tienen menos de 18 años y están condenados a cadena perpetua en una cárcel de adultos, Pademba Prision en Sierra Leona. Fueron testigos de un asesinato y ellos estaban deambulando por las calles. Al no encontrar culpables, ellos fueron encarcelados. Como estos amigos, hay miles de menores privados de libertad en cárceles de adultos en el mundo. “Los niños y niñas que están en cárceles con adultos sufren una de las mayores vulneraciones de derechos. La privación de libertad debe ser el último recurso, pero la realidad es que hay muchos menores en prisión por faltas leves y un 59% aún no tiene sentencia”, explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas, que tiene en marcha la campaña Inocencia entre rejas para denunciar la situación de desamparo de estos menores.
Alpha y Lamin son ejemplo de la vulnerabilidad en la que se encuentran muchos niños y niñas en el mundo. Menores como Jonás, que vivió en las calles de Cotonou (Benín) trabajando en el mercado; como Pakrasan que trabaja en las fábricas de ladrillos de Hyderabad (India); como Margarite, que fue dada en matrimonio antes de tener la mayoría de edad; de los niños y niñas migrantes que llegan a Tijuana (México)…
La pandemia ha traído más pobreza, menos educación y más vulneración de los derechos de las personas.
Los misioneros salesianos, cada día, trabajan para revertir estas situaciones de injusticia y vulnerabilidad. “Contamos con casas de acogidas para niños y niñas de la calle, para los traficados, para los menores que no tienen familia que les proteja. Atendemos a migrantes y refugiados en asentamientos de diversos países. Acompañamos y damos apoyo espiritual a millones de personas que viven situaciones de extrema dificultad. Y además, contamos con escuelas y centros de formación, porque esta es nuestra verdadera apuesta”, explica Muñoz. “Son muchas las infancias perdidas por la falta de atención y por la pandemia que han traído más pobreza, menos educación y más vulneración de los derechos de las personas”, añade la portavoz.
La Declaración de los Derechos Humanos supone una garantía para todas las personas por el mero hecho de serlo. Sin embargo, cada día vemos cómo estos son violados por los gobiernos que no ofrecen la protección necesaria ni apuestan por ellos de manera radical. Por ello, desde Misiones Salesianas, en el Día de los Derechos Humanos, que se conmemora el 10 de diciembre, piden a los gobiernos y a la comunidad internacional un verdadero compromiso con los derechos fundamentales y una mayor protección.
Educar en los derechos humanos es correlativo con la educación en el compromiso y lucha por la justicia. Porque, en cuanto profundizamos en los derechos humanos, nos damos cuenta de hasta qué punto son pisoteados en el mundo, y hasta qué punto la ley del más fuerte es la ley más común.
Hablamos de evangelizar en Curriculum.
Aceptar la perspectiva de los últimos, es la mejor forma de darle la vuelta a muchos de los contenidos.