El cardenal salesiano José Augusto Hlond, perseguido por nazis y comunistas, declarado Venerable

23 mayo 2018

ANS / Josep Lluís Burguera

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El Papa Francisco recibió en audiencia al cardenal salesiano Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y autorizó promulgar el Decreto relativo a las virtudes heroicas del Siervo de Dios José Augusto Hlond.

El Papa Francisco recibió en audiencia al cardenal salesiano Ángelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y autorizó a la misma Congregación promulgar el Decreto relativo a las virtudes heroicas del Siervo de Dios José Augusto Hlond. La reunión se celebró el pasado 19 de mayo en el Vaticano.

El cardenal Hlond nació el 5 de julio de 1881 en la ciudad polaca de Brzęczkowice y murió en Varsovia el 22 de octubre de 1948. Fue el segundo de 11 hijos. Recibió de sus padres una fe simple pero profunda, y se hizo salesiano. Ordenado sacerdote en 1905, se ocupó de los jóvenes, especialmente de los pobres, con el carisma de Don Bosco. Vivió entre la gente, compartió las alegrías y los sufrimientos de las personas más sencillas. Sin embargo, fue el Papa Pío XI quien le confió la misión de apoyar a la organización de la Silesia polaca. De la mediación entre alemanes y polacos nace en 1925, la diócesis de Katowice, donde se convirtió en obispo. En 1926 fue arzobispo de Gniezno y Poznan y primado de Polonia. Al año siguiente, el Papa lo nombró cardenal. En 1932 fundó la Sociedad de Cristo para los emigrantes polacos, destinada a ayudar a los compatriotas que abandonaron el país.

En marzo de 1939, el ya cardenal Hlond participa en el cónclave que elige a Pío XII. El 1 de septiembre del mismo año, los nazis invaden Polonia y se inicia la Segunda Guerra Mundial. El cardenal levanta su voz contra las violaciones de los derechos humanos y la libertad religiosa que hace Hitler. Obligado al exilio, se refugia en Francia, denunciando la persecución contra los judíos en Polonia.

La Gestapo lo detiene y lo interna primero en Lorena y luego en Westfalia. Fue liberado en 1945, regresa a su tierra natal, donde se encuentra con el régimen comunista recién instaurado. El cardenal defiende valientemente a los polacos de la opresión marxista, y se libra de varios atentados. Murió el 22 de octubre de 1948, a la edad de 67 años.

El Cardenal Hlond era un hombre virtuoso, un ejemplo brillante de salesiano y un generoso pastor austero y con visiones proféticas. Obediente a la Iglesia y firme en el ejercicio de la autoridad, demostró humildad y constancia en los momentos de mayor prueba. Cultivó la pobreza y practicó la justicia para los pobres y los necesitados. Las dos columnas de su vida espiritual se forjaron en la escuela de San Juan Bosco y fueron la Eucaristía y María Auxiliadora.

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