En la tarde del 10 noviembre se llevó a cabo en el Colegio Mayor Universitario San Juan Bosco de Sevilla el acto de celebración del 50 aniversario del Centro de Estudios Catequéticos (CEC), como reconocimiento a las cinco décadas organizando iniciativas de formación en el área de la catequesis, la pastoral juvenil y la enseñanza religiosa escolar.
El acto, al que asistieron más de 170 participantes, contó con la presencia de numerosos representantes de Iglesia y Educación, entre los que se encontraban Mons. Santiago Gómez Sierra, Obispo auxiliar de Sevilla y miembro de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis; Juan Carlos Pérez Godoy, presidente nacional de Escuelas Católicas; Carlos Ruiz, Secretario general de Escuelas Católicas Andalucía; Jordi Latorre, director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Martí-Codolar de Barcelona; el Consejo Inspectorial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora; una representación de directores de las casas salesianas y de las Hijas de María Auxiliadora; además de varios exdirectores del CEC, profesores y alumnos de las diferentes promociones.
En un clima de alegría, el acto comenzó con la apertura del salesiano Miguel Canino Zanoletty, director del CEC y conductor de la jornada, y el saludo de Ángel Asurmendi, Provincial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, que pusieron de manifiesto con sus palabras la acción de gracias a Dios por lo significativo del servicio realizado, además de proyectar la mirada hacia el futuro y a los retos actuales de la formación de futuros profesores de religión y los agentes de pastoral. “Gracias por la labor prestada al servicio de la educación y la evangelización con perspectiva salesiana. Ahora, a por otros 50 años”, compartía Asurmendi en el cierre del saludo.
Esta jornada, que sirvió como momento de encuentro para los diferentes alumnos y profesores que han pasado por las aulas salesianas, contó con un recorrido histórico por la vida del organismo de la mano de Miguel Ángel Moreno Nuño, salesiano y profesor del CEC, que presentó una evocación histórica de estos 50 años de vida.
En su intervención, que estuvo dividida en tres estampas con las que recorrió las diferentes grandes épocas del CEC, sus protagonistas y proyectos principales, destacó entre otras ideas la gran capacidad de adaptación del centro de estudios y la renovación de su oferta formativa según los tiempos y las diferentes necesidades eclesiales.
La Religión Católica en las escuelas del siglo XXI
La reflexión central del acto corrió a cargo del salesiano Juan Carlos Pérez Godoy, presidente nacional de Escuelas Católicas, que reflexionó sobre ‘La Religión Católica en las escuelas del siglo XXI’, y estuvo centrada en la situación de la asignatura de religión en el panorama español, desde el contexto de la escuela pública, entendiendo que dentro de la concertada católica el panorama presenta algunas características diferentes.
Pérez Godoy presentó de forma detallada un “diálogo” con las posturas críticas hacia la asignatura, ofreciendo argumentos para una respuesta adecuada a cada una de ellas, para dar paso, en un segundo momento, a una fundamentación sobre la validez y conveniencia del valor de la asignatura en el marco más amplio de una educación integral de la persona.
Gracias a la vigencia y actualidad del tema, la ponencia afrontó aspectos como las características que la asignatura debería presentar valorando el perfil del profesor, el currículo formativo, su carácter confesional y el debate sobre su oferta obligatoria.
Por último, en un auditorio compuesto en su mayoría por alumnos que cursan la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica para Primaria, Infantil o Secundaria, Pérez Godoy lanzó una serie de interrogantes que pudieran abrir nuevos caminos para la asignatura en nuestro sistema educativo.
Con vocación eclesial
El acto se cerró con la intervención de Mons. Santiago Gómez Sierra, que destacó la identidad y vocación eclesial del CEC, manifestada desde su origen, como recordaban los primeros documentos publicados en 1968.
Al hilo de la intervención sobre la asignatura de religión, Mons. Santiago Gómez Sierra puso en evidencia algunos aspectos sobre la misma, entre otros, la cuestión de la libertad, centrada en “la que permite que los padres puedan elegir libremente el tipo de educación para sus hijos, y la que da opción a que pueda convivir dignamente en el panorama educativo español”, explicaba.
Con los mejores deseos para el futuro cerraba un acto que miró al pasado con la obligación de seguir proyectando en el futuro su opción salesiana al servicio de la educación y la evangelización.
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