Unas 200 personas, entre familias, amigos, alumnos y docentes, se dieron cita en la tarde del jueves 9 de febrero en Salesians Sant Boi para homenajear a Cándido Romero y Gemma Poch, dos maestros que dejaron huella en el colegio y que ya están junto a Dios, y que serán recordados con una placa ubicada en el pabellón, que pasará a llamarse polideportivo Cándido Romero, y un mural en la pared del patio de Infantil, que recuerdan a los dibujos de Gemma Poch.
Alumnado, profesorado, amistades y familiares, entre los que se encontraban Marta, la mujer de Cándido y sus tres hijos, Ismael, Emma y Raúl, y Joan, marido de Gemma, y sus dos hijos, Dídac i Marcel, así como los padres de ella. Se reunían para recordar todo lo bueno que vivieron y compartieron con ellos y rendirles homenaje.
El acto empezó con las palabras de Eva Torres, jefa de estudios de Infantil y Primaria, y Joan Camps, titular de la escuela. A continuación, Elena de la Serna, representante de los maestros, recordó las figuras de los homenajeados.
Se sumó Carolina, en representación de las familias, junto a Laia y Martina, dos alumnas de ESO que hablaron en nombre del alumnado. Por parte de la familia, Marta tuvo palabras de agradecimiento a la escuela y leyó un poema de Gabriel Celaya:
Educar es lo mismo / que poner un motor a una barca, / hay que medir, pensar, equilibrar, / y poner todo en marcha.
Pero para eso, / uno tiene que llevar en el alma / un poco de marino, / un poco de pirata, / un poco de poeta, / y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar, / mientras uno trabaja, / que esa barca, ese niño / irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío / llevará nuestra carga de palabras / hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día / esté durmiendo nuestro propio barco, / en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.
Joan, el marido de Gemma recordó su figura y compartió una de las anécdotas: cada final de curso, estudiaba los rostros de los alumnos y alumnas del próximo curso: “Antes de conocerlos, ya amaba a vuestros hijos e hijas”, compartía. Para finalizar, agradeció la creación del mural situado en el patio de infantil: “Gracias por el dibujo. Así ella siempre estará aquí”.
El acto finalizó con el agradecimiento a los asistentes y con la escucha de la canción “Ocells de Llum” (Pájaros de luz) de Doctor Prats.
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