«Sin miedo de reconocer los desafíos que el Señor nos pide»

3 noviembre 2023

Mateo González Alonso

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Esto afirma Fabio Attard, sdb y visitador extraordinario en Salesianos Santiago El Mayor, sobre la vida y forma de trabajar en esta inspectoría, después de dos meses conociendo las diversas casas de la misma. Sigue su visita que se alargará hasta fin de curso.

Desde finales del mes de agosto –con las reuniones de la Programación Inspectorial– y oficialmente desde el 1 de octubre, el salesiano Fabio Attard está realizando la visita extraordinaria en nombre del Rector Mayor, el cardenal Ángel Fernández Artime, a las diferentes presencias de la Inspectoría de Santiago el Mayor. Al concluir el segundo mes de su tarea y tras visitar comunidades como las de Aranjuez, Parla, Madrid Domingo Savio, A Coruña o Lugo, Ourense…; el visitador comparte algunas de sus impresiones.

PREGUNTA: ¿Cuáles son sus primeras impresiones tras este primer mes?

RESPUESTA: Hay tres aspectos que me están acompañando en este tiempo. La primera es la entrega de los salesianos ya que en todas las comunidades hay personas que aman a Don Bosco, aman a la Iglesia y aman la misión salesiana. Esto se observa en la entrega que hay a los jóvenes, de modo particular a los que tienen más necesidad en todos los ambientes de la misión.

El segundo elemento es la participación cualificada y convencida de los seglares comprometidos. Ya conocía esta realidad, pero ahora al ir encontrándola y escuchando la realidad de estas personas y cómo viven, sienten y comunican el carisma es algo que me ha generado mucha ilusión; porque no solo estos colaboradores están haciendo cosas, sino que realmente tiene una mirada misionera, participan en procesos y caminos que intentan mirar a los chicos en su realidad y acompañarlos hasta la meta a la que merecen llegar.

El tercer aspecto que me gustaría destacar es la creatividad que hay de propuestas pastorales y formativas. Todos los procesos que hay en la inspectoría se ven que son fruto de una reflexión continua en la que participan salesianos con seglares competentes en todas las materias para que estas propuestas se hagan en diálogo con los desafíos de hoy.

No me ha parecido encontrar experiencias con la lógica del “siempre se ha hecho así”. Hay una búsqueda de discernir para reconocer los desafíos e dejarse interpelar a la luz del carisma y la Palabra de Dios para ofrecer propuestas que dialogan con los jóvenes y sus dificultades en la cultura de hoy.

 

El sueño de los 9 años

P-La visita se produce en un momento interesante para la congregación que celebra este año el bicentenario del sueño de los nueve años y con el sorpresivo adelanto del Capítulo General. ¿Esto es también un estímulo a la hora de hacer una visita de animación?

R- Claro que sí. En este sentido el aniversario del sueño de los nueve años coincide en un momento en el que la congregación trata de escuchar e interpretar los desafíos de hoy. El sueño, con el comentario que el Rector Mayor nos va a ofrecer con el aguinaldo es una oportunidad para profundizar en el sentido y significatividad de este sueño en el interior del carisma salesiano.

No olvidemos que este sueño se repite y se reinterpreta en la vida de Don Bosco dos veces más y llega hasta la relectura que hace al final de su vida en la iglesia del Sacro Cuore de Roma. Tenemos una oportunidad para hacer una ‘lectio salesiana’ sobre el sueño, responder qué nos dice el Señor, cómo nos interpela, cuáles son las tareas que debemos profundizar, que aspectos nos acercaría a responder a las necesidades de los jóvenes…

Respecto al Capítulo General me ha gustado mucho que el título que ha surgido es muy significativo: “Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes”. A la luz del sueño de los nueve años y del encuentro de Juanito con el Hombre Venerable y con la Señora y a la luz de un mundo secularizado donde faltan la referencia de adultos significativos; el título es la síntesis de lo que ofrece nuestra vida consagrada salesiana. En este sentido es providencial. El anuncio del capítulo, como comenta el Rector Mayor en el número 441 de las Actas del Consejo General, puede ser un momento ilusionante en el que verdaderamente podemos escuchar la llamada a potenciar la dimensión mística de la vocación salesiana.

Ser “apasionados por Jesucristo” significa que Él sea el centro de nuestra vida consagrada y que desde ahí salimos para encontrarnos con los jóvenes; la dedicación a estos jóvenes más pobres no es fruto de una elección personal sino la consecuencia de una experiencia mística personal y profunda con el Señor Jesús. En este sentido el sueño nos pone, con la invitación de María, a recoger la mirada final de nuestra dedicación como una experiencia con el Señor Jesús. Esta es la invitación a de Ella a Juanito: “He aquí tu campo, he aquí donde tienes que trabajar. Hazte humilde, fuerte, robusto; y cuanto veas que ocurre ahora con estos animales, lo deberás hacer tú con mis hijos”.

 

Trabajando en procesos

PREGUNTA- Tras visitar todo el mundo como consejero general de la Pastoral Juvenil. ¿Qué destacaría del momento presente que vive la inspectoría?

R– Lo imagen que estoy madurando tras cada visita y cada encuentro que tengo es que la inspectoría tiene un liderazgo –en el inspector y su consejo– que tiene la mirada puesta en el futuro. No hay miedo a reconocer los desafíos que el Señor nos pide. Es una inspectoría que identifica los desafíos, dedica tiempo para interpretarlos y desde ahí proponer procesos, modificar estructuras, establecer mejoras para que podamos afrontar el futuro tomando las decisiones que se deban tomar. Además, esta mirada al futuro no es solo en lo que se refiere a la gestión, sino que es un ejercicio que se está haciendo a la luz del carisma salesiano y de lo que la propia vida consagrada hoy nos está pidiendo.

 

PREGUNTA- ¿Qué puede aportar la España salesiana a la congregación en este momento?

R- Una de las aportaciones más significativas que he ido encontrando es lo referido a los procesos de formación y acompañamiento con quienes comparten la misión salesiana; ya sean profesores, animadores o las personas que compartes la formación continua en el arte del acompañamiento. Son procesos muy bien pensados y ofrecidos que tienen no solo la ventaja de ofrecer un contenido de calidad, sino que también transmiten una metodología que dialoga con los desafíos que tenemos. Esta es una experiencia que también, espero, se pueda ofrecer en el próximo Capítulo General a las inspectorías ya que se podrán compartir estas buenas prácticas ante las demandas que hay en las regiones.

PREGUNTA – ¿Qué espera seguir encontrando en los próximos meses?

R- Tengo la certeza de que continuaré encontrando una mirada de fe y de esperanza en el corazón de los hermanos y en nuestros colaboradores. Ya la estoy encontrando mientras animo a los hermanos a que fortalezcan estas actitudes. Esta es una propuesta que el propio Rector Mayor ha dado a toda la congregación en el documento poscapitular del Capítulo General 28. Espero que a medida que vaya visitando las casas y compartiendo este mensaje, crezca más en mí la convicción de que estas dos actitudes sean determinantes en la manera en la que ofrecemos un futuro en el presente a los colaboradores y sobre todo a los chicos y chicas que encontramos en nuestro camino. Cuando el salesiano cuida una mirada de fe y esperanza no es que haya encontrado ya todas las soluciones, sino que tiene toda la determinación para continuar un camino educativo que tiene como meta el desarrollo integral de los jóvenes y el desarrollo carismático y actualizado de los seglares que comparten con nosotros la misión salesiana.

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