Fallece el salesiano Justo González Martín

6 febrero 2017

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Desde la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora se comunica que ha fallecido el salesiano sacerdote don Justo González Martín. Ha acontecido a mediodía de hoy lunes 6 de febrero de 2017 en la Residencia Don Pedro Ricaldone de Sevilla. Estaba muy delicado del corazón y no ha podido superar las consecuencias del ictus que le sobrevino hace unos días. Tenía 84 años de edad y había cumplido los 67 de salesiano y los 58 de sacerdote.
     
Su funeral se celebrará mañana martes 7 de febrero en la Basílica de María Auxiliadora de Sevilla, a las 12:00. A las 19:30 de hoy lunes se celebrará la Eucaristía en la capilla ardiente instalada en los espacios de la entrada a la comunidad del colegio, como de costumbre.
 
Don Justo nació en Alberguería de Argañán (Salamanca), el 27 de febrero de 1932. Hizo el Noviciado en San José del Valle (Cádiz), donde profesó el 16 de agosto de 1949. Estudió la filosofía en Utrera-Consolación (1949-51). Después del tirocinio en Sevilla-Triana (1951-54),  cursó sus estudios de teología en Posadas (1954-58) Recibió la ordenación presbiteral en Córdoba, el 22 de junio de 1958. 

Después de preparar y alcanzar la licenciatura en teología en Turín-Crocetta (1958-59) desarolló su labor pastoral en San José del Valle (1959-60 y 1976-77); Utrera (1960-62 y 1977-79); Mérida (1962-76 y 2010-13); Cádiz (1979-83); Badajoz (1983-89); Sevilla-Triana (1989-98 y 2013-16); Campano (1998-2000); Madrid-Procura de Misiones (2000-03); Madrid-Casa Don Bosco (2003-09); Sevilla-Casa Inspectorial (2009-10) y en la Residencia Don Pedro Ricaldone, donde se encontraba, enfermo, desde agosto de 2016 hasta hoy.

Fue Delegado Nacional de Animación Misionera (2000-08) y Director de las comunidades de Mérida, Badajoz, Campano y Madrid-Casa Don Bosco. Justo será recordado como buen salesiano, trabajador con gran espíritu apostólico y hombre de buen carácter.

Que el Señor Resucitado reciba a Justo en su Reino, entre todos aquellos que han entregado su vida a la misión salesiana, y que María Auxiliadora, a la que tanto amó, lo acoja con el cariño de Buena Madre del cielo.

Que descanse en paz.

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