Mucho tiempo después, aquel consejo no ha perdido nada de su valor. El sueño continúa. No es simplemente nuestro sueño, sino el de Dios que nos invita a fijar nuestra mirada en Jesús, el modelo del amor auténtico y del genuino espíritu de familia.
El sueño de Juanito Bosco nos hace soñar a la Familia Salesiana. Nos invita a cada uno a aprender de la Maestra que nos pide que, a pesar de esas dificultades que nunca faltarán, seamos humildes, fuertes y robustos. Nos invita a mirar para saber ver la vida de los jóvenes y colaborar para que nuestras Casas sean espacios de acogida habitados por referentes creíbles. Auténticos y creíbles porque se hacen querer con la sencillez y generosidad de sus vidas.
Hoy es 31 de enero, día de fiesta salesiana con el recuerdo de Don Bosco. Que sus hijos sigamos poniendo color al boceto que él dibujó y que nos legó como un tesoro pedagógico y espiritual. ¡Feliz fiesta de Don Bosco!
Recibid un abrazo fraterno
0 comentarios