Una fotografía del antiguo presbiterio de la iglesia de Carabanchel, realizada hacia mitad del siglo XX. Tiene un altar principal dedicado al Sagrado Corazon y dos laterales dedicados a Maria Auxiliadora y a San Jose.En este altar del Sagrado Corazon celebró misa el Beato Felipe Rinaldi en los días 12, 13 y 14 de marzo de 1905 y el 22 de enero de 1919.

El libro de historia de Carabanchel dice: Funcionaba desde hacía más de un año la Casa de Carabanchel cuando el Capítulo Superior toma la siguiente determinación acerca de las obras que han de realizarse en ella: “ En líneas generales, se acepta la nueva Casa de Madrid ya fabricada; pero antes de concluir definitivamente la obra, mándense los planos de la Casa tal como se encuentra actualmente y llévense a cabo las modificaciones que se anoten en dichos planos.

Concrétame las condiciones de la reforma siguiendo los planos de las Casas de Braga y de Cádiz; y, en fin, digan cuándo se debe ir allá” Ya habían estado en Madrid en el mes de marzo el prefecto general don Felipe Rinaldi, y el ecónomo general don Luis Rocca. Vinieron a ver la marcha de las obras o edificios que se estaban levantando en la Inspectoría y a analizar la situación de los Centros de Formación del personal
salesiano.

El Boletín dio cuenta de tan grata visita: «En el tren de las nueve y media a.m. del 11 de marzo (1905) llegaron felizmente los Superiores Mayores don Felipe Rinaldi y don Luis Rocca. Esperabanlos en la estación los tres señores Inspectores Salesianos de España: don Pedro Ricaldone de la Bética, don Manuel Hermida de la Tarraconense y don Ramón Zabalo de la Céltica. Celebrada la misa en la Casa de la Ronda de Atocha, visitaron las obras de la iglesia en construcción, empleando el resto del día en enterarse de varios asuntos de la Casa y de la Inspectorías…” Luego pasaron a visitar el Colegio de Carabanchel, donde permanecieron dos días y medio. Los novicios les tributaron un afectuoso homenaje. Reunidos con los tres Inspectores Prefecto y

Ecónomo establecieron, en líneas generales, el programa a seguir para la celebración a nivel nacional del 25.º aniversario o Bodas de Plata de la llegada de los primeros salesianos a España, en 1881. «Se acordó hacer en cada Inspectoría con la mayor solemnidad una grandiosa Asamblea de Cooperadores Salesianos, con una orientación eminentemente práctica. Se reconoció la utilidad de preparar exposiciones didáctico-profesionales y agrícolas… Se habló de la conveniencia de establecer en Madrid unas Escuelas Profesionales…”

Los novicios, en honor de los visitantes, representaron el drama de don Juan B. Francesia Ad Golgotham y el cuadro escénico El llanto de un Ángel, del padre Vidal. Don Pedro Ricaldone y don Felipe Rinaldi pronunciaron sendas conferencias que entusiasmaron al auditorio. Don Luis Rocca dio las «buenas noches» en italiano. Acabada la visita a Carabanchel, partieron para Villaverde de Pontones y otras Casas de la Céltica. Aquel año de 1905, al hacer el informe sobre el noviciado, escribía el Inspector don Ramón Zabalo: “Reina el orden y la regularidad tanto en la prácticas religiosas como en la moralidad. En el Oratorio hay unos 60 muchachos que son catequizados gradualmente. La contabilidad y el archivo de la Casa van bien. Crónica no existe. Los demás aspectos están bien todos” Los Superiores mayores siguieron preocupándose por las construcciones y arreglos de Carabanchel y Atocha. Lo reflejan, de cuando en cuando, las actas de las reuniones capitulares: El 5 de septiembre de 1907 fue confirmado don Pedro Olivazzo como maestro de novicios por otro trienio. Y el 25 de marzo fueron aprobados los planos de ampliación de Atocha v de Carabanchel Alto. Las Actas de las reuniones del Consejo Superior lo dicen.

Otra vez, el 22 de enero de 1919, el Prefecto General don Felipe Rinaldi llegó a España, para visitar y confortar a todos los salesianos. «A primeros de febrero estaba en Madrid, hallando la entonces humilde casita de la Ronda de Atocha en pleno desarrollo y con un porvenir por delante, que hay para entusiasmar al menos optimista. Lo que apenas hace dos años parecía un sueño va siendo una realidad: Las Escuelas Profesionales de Artes y Oficios, y el padre Rinaldi tuvo el consuelo de bendecir el 19 de marzo, de vuelta de Andalucía, la rama de la madera instalada con 12 bancos de trabajo. En uno de los arrabales de Madrid, en Carabanchel Alto… se halla la Casa de formación del personal, Inútil, es decir que su visita al nido amado, fue un mutuo cambio de afectos… Nadie como los novicios para apreciar las visitas de los Superiores y sacar provecho de sus enseñanzas.

Al lado del noviciado funciona un buen colegio de primera enseñanza y un Oratorio Festivo….” Trajo optimismo para inyectarlo a aquellos niños internos que a finales de 1918 pasaron una terrible epidemia de gripe. (del libro “LA CASA SALESIANA DE CARABANCHEL ALTO MADRID de Angel Martin Gonzalez SDB. Inspectoría Salesiana “San Juan Bosco” Madrid 1984) Actualmente, el altar de Don Rinaldi fue traslado desde el fondo de la iglesia, donde estaba depositado, hasta el presbiterio para recuperar su función como altar en celebraciones religiosas y así poder volver a lucir el aspecto que no debía perder. Una decisión que reconoce el valor de este
bien mueble en su valor histórico en la casa; que, bien realizada, puede garantizar su conservación en el futuro. También, esta intervención implica una actualización del registro patrimonial por estar incluido en el inventario patrimonial inspectorial, una base de datos que atesora documentación perteneciente a todos los bienes culturales muebles de especial interés en la Inspectoría Salesiana Santiago el Mayor..

DATOS IMAGEN:
Imagen original en soporte de papel con emulsión fotográfica.