Esta imagen es una reproducción impresa de una fotografía de un modelo de estatua de María Auxiliadora, incluida en un catálogo comercial. Una estatua de Maria Auxiliadora realizada por la técnica de vaciado y pintada a mano, que copia la famosa pintura del artista T. Lorenzone dedicada a la Virgen Auxiliadora; empleando los mismos colores que la imagen que está colocada en el altar mayor de su Basílica en Turín.
Este impreso pertenece a la empresa DIMOSA de la localidad de Olot (Gerona), dedicada a la venta de artículos religiosos. Esta empresa proveedora de la Librería Salesiana para adquirir estatuas con una iconografía en la imagen muy reconocida en bastantes casas de salesianos y salesianas; verdaderas obras de arte religiosas que embellecen y añaden devoción al espacio sagrado, que en su mayoría son iglesias. Este catálogo tiene un muestrario de una colección estatuaria religiosa de estilo clásico, manufacturada y decorada según las técnicas de la más pura y antigua tradición artesanal de la localidad de Olot. Contiene todas las figuras de Jesús, Virgen María, santos y santas, que son objeto de mayor veneración popular. Indican los tamaños aproximados, aunque los reales varían ligeramente. Y facilita toda la información de interés, referente a la construcción y acabados de estas piezas según precio. Gracias a la cesión y conservación de este tipo de documentación se puede completar la documentación de estos valiosos bienes muebles con motivo de su registro e inventario patrimonial para su preservación en el futuro. Realmente hay mucho detrás de la palabra OLOT, no solo un pequeño pueblo de la provincia de Gerona con una población de unos 33.000 habitantes, sino en el lenguaje de la imaginería, todo un mundo real condensado en el nombre de unos talleres de arte religioso que llenaron toda España de imágenes en serie, sobre todo de yeso, especialmente entre los años 40 y 50.
A pesar de que las esculturas de santos realizadas en Olot son seguramente una de las manifestaciones más características del arte religioso del siglo XX nunca han sido valoradas de manera adecuada. Uno de los principales factores que ha contribuido a esta circunstancia ha sido el tradicional desprecio que las élites culturales han sentido por las obras artísticas de producción seriada. Este rechazo tiene su base en el concepto de la obra de arte como objeto único e irrepetible, pero se ve reforzado también como una reacción de clase frente a un tipo de objetos con una fuerte consecuencia, los santos de Olot quedaron estigmatizados como «el no-arte, una pacotilla artístico-religiosa».
Sin embargo, independientemente de la revalorización que este tipo de productos de estética peculiar sufrido desde los años sesenta y, en especial, desde los ochenta del siglo XX; desde sus orígenes, la imaginería religiosa fabricada en Olot tuvo una fuerte inspiración artística. Los encargados de realizar las figuras originales eran personas con una fuerte formación en este campo adquirida en instituciones de larga tradición en esta población gerundense como la «Escuela de Dibujo», creada en 1783; o el «Centro Artístico» creado en 1869 por Joaquim Vayreda, fundador posteriormente del propio taller imaginero «El Arte Cristiano». Así pues, aunque nos encontremos ante una producción industrial en serie, los objetos así obtenidos poseían desde su origen un indudable valor estético.
El procedimiento por el que se fabrican estas estatuas no ha variado apenas desde sus inicios hasta la actualidad. Comienza con el modelado en barro de la figura original, a partir de la cual se fabrica un molde, dividido en dos partes, que se recubre el interior con una capa de gelatina para evitar que la pasta con la que se elaborará la figura se adhiera al molde. A continuación se rellena el molde con una colada de una pasta, se cierra y se deja secar. Una vez seco se abre el molde, se extrae la figura y se pulen las superficies, se añaden los detalles y partes de la figura que no estaban en el molde y se colocan los ojos de vidrio en sus órbitas, para lo que es necesario serrar una parte posterior superior de la cabeza, que posteriormente se volverá a unir.
Finalmente, se pinta la figura y se fijan los accesorios representativos del santo. Esta ausencia de innovaciones en el proceso técnico de fabricación, unido a la repetición continua y sin apenas variaciones de los mismos modelos a lo largo del tiempo, hace tremendamente difícil situar una pieza concreta dentro del largo periodo de la actividad imaginería religiosa. Las variaciones en el aspecto final que adquieren las figuras tras ser pintadas sí son frecuentes, pues están en relación con la categoría de la imagen. La variación de este tipo de detalles en estas estatuas nos ayuda a precisar una posible datación en el tiempo. Desgraciadamente, en Olot desde el año 2002, las personas físicas y jurídicas que pagan impuestos por el epígrafe denominado “Fabricación de derivados de yeso y escayola” se redujeron en un 48,1%, según datos de la Agencia Tributaria Española. El taller “Arte Cristiano” pertenece a ese grupo del Impuesto de Actividades Económicas; en 1880 fue el primer taller artesano de imaginería religiosa en Olot y ahora es el último en pie de los 40 abiertos hace medio siglo. Para 2002 competía con una docena; el penúltimo taller grande cerró en 2011.
Datos imagen: FONDO DOCUMENTAL HISTÓRICO Centro Patrimonio Salesiano en Carabanchel. Folleto impreso a una tintas en papel satinado del año 2000 (aprox.)
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