​Esta reciente fotografía expone un papel que sustenta el escrito de un acontecimiento histórico salesiano. Su imagen nos muestra la primera hoja manuscrita de la Crónica de Salesianos Santander en su fundación de mayo de 1892. Leyendo este tipo de “Crónicas”, uno se siente transportado en el tiempo a los orígenes de cada casa salesiana.

En el Boletín Salesiano de junio de 1892 (pág. 84) aparece la noticia de la llegada a Santander de una comunidad de salesianos procedente de Sarriá (Barcelona), para poner en marcha un colegio en la calle Prado de Viñas (actualmente San Celedonio, colegio de la Anunciación). Invitados por el señor obispo de la diócesis, don Vicente Sánchez de Castro, los primeros salesianos llegaron en los primeros días de mayo. Su fundación, inmediatamente después de la Escuela Agrícola de Gerona, fue una de las primeras casas españolas junto con Utrera, Sarriá y Rocafort. El primer director fue don Ángel Tabarini. A este primer director siguieron otros salesianos de renombre, entre los que cabe señalar a don Jesús Carballo, eminente prehistoriador, a quien se debe la fundación del Museo de Prehistoria de Santander.

El Colegio fue conocido también como “Escuelas de Don Bosco”. Fue un referente educativo y cultural para toda la ciudad; pues además de la tarea docente propia del mismo, desarrolló una serie de actividades fuera del marco escolar que tuvieron amplia repercusión (Banda de Música, Batallón Infantil, etc.). Es por ello que miembros muy destacados de la sociedad de la época apoyan al colegio y, dada la escasa capacidad del mismo, promueven la construcción de otras instalaciones mayores. A la cabeza de estas gestiones estuvo el escritor don José María de Pereda y el fruto de las mismas es el actual colegio de María Auxiliadora (del Alta) en la calle General Dávila, que mantiene un actual proyecto educativo centenario, siempre fiel al espíritu de Don Bosco.

Cada casa salesiana deja registrada su historia a través de unas crónicas escritas. Es interesante constatar que Don Bosco insistía en escribir estas crónicas, como principal método para conservar informaciones históricas importantes de la época. Una crónica es un informe redactado en el momento en que ocurrió cada acontecimiento o muy próximo a él. Estas fuentes históricas llamadas crónicas se convierten en fuente fundamental de consulta para hablar del desarrollo salesiano en general.

La recuperación de la memoria histórica mediante crónicas escritas, testimonios orales, registros fotográficos, entre otros, es útil para comprender el desarrollo del carisma salesiano en cada una de nuestras Obras Salesianas. En la actualidad se corre el riesgo de perder las raíces o la memoria por la supremacía de la inmediatez de los hechos. Los cronistas de las obras salesianas “son guardianes de la memoria de la obra”, de archivar por escrito cada acontecimiento que sucede. Salvaguardar la memoria histórica de la obra salesiana es la principal función de cada cronista
salesiano.

También hay que insistir en la importancia de tener un archivo audiovisual porque la historia sonora y visual es tan importante como la escrita. Tanto en el archivo escrito como audiovisual hay que hacer hincapié en la necesidad de clasificar este tipo de material para que sea una útil fuente de consulta histórica.

FUENTE IMAGEN:
● Archivo Registro y Documentación de Patrimonio Cultural Salesiano.
CENTRO PATRIMONIO CULTURAL SALESIANOS SANTIAGO EL MAYOR
3 de diciembre de 2016, 10.08 h.
f/2,2. 1/20. 4,60 mm. ISO320. 10,4 MP. 3915×2648
Salesianos Santander – General Dávila, 73 – 39006 – Santander –