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El 11 de noviembre es una fecha inolvidable para todos los salesianos del mundo: este día se conmemora la partida de los primeros diez misioneros salesianos hacia Argentina. Esta fotografía es el testimonio histórico que recrea el momento en que Don Bosco se retrató con los diez misioneros de la primera expedición y el cónsul argentino Juan Bautista Gazzolo, tiempo antes de su partida, Se acerca el 2025, año en el que la Congregación celebrará y conmemorará el acontecimiento del 150° aniversario de esta primera Expedición Misionera Salesiana (Turín, 11 de noviembre de 1875).

Don Bosco solicitó personalmente que se le sacara esta fotografía para dejar constancia histórica de la partida de los primeros salesianos hacia la Argentina. Recurrió a Michele Schemboche, el fotógrafo más cualificado en Turín, y posó en su estudio junto a los misioneros y el cónsul argentino en noviembre de 1875. Es significativa esta elección: nunca Don Bosco se había servido de un profesional tan notorio y costoso, ni siquiera para retratos que difundieran su imagen; y jamás se han tenido noticias de que él mismo haya decidido fotografiarse. Podemos presentar esta imagen como emblemática de Don Bosco, su «fotografía oficial».

La fotografía muestra toda la importancia que se desea dar a tal acontecimiento: Don Bosco viste una capa y solideo como en las grandes ocasiones en que se presentaba al Papa; el Cónsul G. Battista Gazzolo viste un gran uniforme; los que están por partir visten a la española, con el manto característico de aquellos lugares, para demostrar que eran «de ellos» y no extraños. Sobre ellos destaca el Crucifijo de los misioneros.

Don Bosco está entregando un libro a Don Cagliero, jefe de la expedición: son las Constituciones. La pose fue querida por Don Bosco mismo. Deseaba darle relevancia a este gesto que para él tiene un profundo significado. Es interesante leer lo que escribe al respecto Don Rua: «Cuando el Venerable don Bosco envió a los primeros de sus hijos hacia América, quería que la fotografía lo representase en medio de ellos en el acto de entregar a don Giovanni Cagliero, jefe de la expedición, el libro de nuestras Constituciones. ¡Cuántas cosas decía Don Bosco con aquella actitud! Era como si dijera: “Ustedes atravesarán los mares, se encontrarán en países ignotos, tendrán que tratar con gente de lenguas y costumbres diversas, tal vez sean expuestos a duras pruebas. Quisiera acompañarlos yo mismo, confortarlos, consolarlos, protegerlos. Pero aquello que no puedo hacer yo mismo, lo hará este librito. Cuídenlo como un tesoro precioso.»

La imagen está compuesta artísticamente respetando una simetría equilibrada que, sin embargo, deja espacio a un cierto movimiento. Las figuras tienen posiciones diferentes y cierta espontaneidad. Por el contrario, Don Bosco, aparece rígido, decididamente posado. La cara no sigue la acción que está realizando, como era de esperar, esto acentúa el sentido de la pose. El vestido colocado, los hombros sin ninguna inclinación, el rostro decididamente de frente contribuyen a crear el efecto de rigidez. En Don Bosco permaneció el rasgo modesto de su origen campesino: vivaz y enérgico en su trabajo, reacio en los actos sociales y en los asuntos oficiales.

De este momento nos han llegado dos poses fotográficas, muy parecidas entre sí. Evidentemente, se había hecho más de una toma fotográfica para asegurar el éxito y así elegir la mejor. Las dos poses difieren en detalles obvios.

DATOS FOTOGRAFÍA:

Fotografo: MICHELE SCHEMBOCHE
Don Bosco con la primera expedición misionera (pose A). Turín 1875.
Impresión original en bromuro de plata, 21,5 x 16 cm, montada sobre cartulina marrón,
30 x 24 cm, que lleva el sello seco Schemboche de G. Alifredi Torinos en la parte inferior
derecha. En el reverso sello redondo «Biblioteca Istituto Salesiano – Valsalices.
Roma, AFC (Archivo Fotográfico Central Salesiano)