Kabou, un sueño nacido en Mali que crece en «Lobito de mar»

19 julio 2023

Salesianos Comunicación | Fundación Don Bosco

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Uno de los jóvenes migrantes acompañados desde la Fundación Don Bosco en Sevilla en los pisos Buzzetti consigue un contrato indefinido en uno de los restaurantes con estrella Michelin del chef Dani García en Marbella.

«C𝗮𝗱𝗮 𝘂𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗻𝗼𝘀𝗼𝘁𝗿𝗼𝘀 𝘁𝗿𝗮𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝗺𝗼𝗰𝗵𝗶𝗹𝗮 𝗹𝗹𝗲𝗻𝗮 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮…”. Esta frase, escuchada con regularidad entre las Plataformas de Educación Social, es una realidad con miles de rostros en cada unos los jóvenes que crecen entre las entidades salesianas. Una de ellas es la de Kabou, uno de los jóvenes ‘buzzeteros’. Fue residente del Piso para jóvenes solicitantes de Protección Internacional «Manzel» en Sevilla y hoy desarrolla su profesión -aquella que soñó- en uno de los mejores restaurantes de España.

Así cuenta su sueño.

«¡Hola! Soy Kabou, tengo 21 años y vengo de Mali, un país de África Subsahariana. Lo que más me gusta de mi país es la hospitalidad y la historia de su gente. Nuestro emperador Sundiata Keita, de Mali, es el fundador de los derechos humanos y su carta «kurukanfuga» se aplica hoy en día en la ONU. Durante tres años, tuve la oportunidad de unirme a la Fundación Don Bosco en Sevilla. Llegué a uno de los pisos Buzzetti, llamado «Manzel», que significa «hogar», y así ha sido para mí durante todo este tiempo. Me brindaron muchas oportunidades, pude completar mis estudios de educación secundaria y también realicé varias formaciones que me dieron una oportunidad excepcional: estudiar en una de las mejores Escuelas de Hostelería de España, la Fundación Cruzcampo.

Al principio, no fue fácil, pero con una actitud positiva y muchas ganas, puedes alcanzar cualquier meta que te propongas. Obtuve mi diploma de cocinero y ahora tengo un contrato indefinido en uno de los restaurantes con estrella Michelin del chef Dani García, «Lobito de mar«, en Marbella. Estoy muy orgulloso de mi trabajo y de todos los esfuerzos que he realizado.

La Fundación Don Bosco ha hecho todo lo posible para ayudarme a obtener mis documentos. Ahora tengo mi estatus de asilo, mi título de viaje y una residencia de cinco años. Soy el chico más feliz del mundo. Quiero expresar mi sincero agradecimiento a la Fundación Don Bosco por hacer realidad todos mis sueños. Nunca os olvidaré. Sois personas maravillosas, tanto los que han estado cerca de mí como los que me han apoyado desde lejos. He recibido tanto cariño y amor de todos vosotros.

Mamá, te quiero muchísimo . Puedes estar muy orgullosa de tu hijo, que está reescribiendo su historia y su futuro en España. Mil gracias por todo».

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