Mide 3 metros de alta, te acercas a esta cruz y puedes entender la fuerza del mar. De una madera robusta, se ve rota, con la pintura descascarillada, nada uniforme. A los pies de la cruz una pequeña vela…la luz. Te hace sentir de cerca en el sufrimiento y valorar la vida… remueve la indiferencia de algunos, cuestiona la vida de otros….
Esta cruz fue realizada por un artesano de Lampedusa en Italia, por encargo de la Fundación Italiana “Casa del Espíritu y de las Artes”, después de los naufragios de julio de 2013 en los que murieron cerca de 350 personas. En abril de 2014 se la presentaron al Papa Francisco quien la bendijo y dijo “Llevadla a todas partes”. Desde entonces recorrió muchas diócesis de Italia, ha estado en el Vaticano en el jubileo de los emigrantes, el 17 de enero de 2016, ha visitado Lourdes y en 2017 comenzó un camino por las diócesis españolas. Desde Enero está en Navarra.
Es un símbolo que invita a no ser cómplices de la globalización de la indiferencia. En el cartel que la acompaña, al final propone: “Ante esta Cruz, guarda silencio, reflexiona, reza, decide qué puedes hacer tú”. Eso es lo que han hecho los alumnos del Centro Salesiano de Pamplona, aprovechando el momento de imposición de la Ceniza, pensar en esta situación de dolor del mundo, rezar, contemplar y comenzar el camino de la Cuaresma como el Papa Francisco recomienda en su mensaje: con oración, ayuno y limosna, entrando a la acción.
En toda la geografía española, en los centros salesianos se ha vivido el Miércoles de Ceniza, como el principio del tiempo de caminar hacia la luz, con celebraciones adaptadas a todas las edades, con propuestas de camino personal, como la que se ofrece desde la pastoral de Salesianos SSM, son símbolos que les acercan a las personas más necesitadas, a ver la Cruz más cerca, con un mensaje más actual.
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