Recientemente, entre las novedades de Trotta, me sorprendió un título que tiene un carácter sintomático y programático. Lo compre, lo he leído y sus reflexiones nos invitan a pensar nuestro mundo, nuestra época.

Su autor es Antonio Pau, literato, jurista y autor polifacético. Y el título: Manual de Escapología. Teoría y práctica de la huida del mundo (Trotta, Madrid 2019).

Escapología es un neologismo que, según su autor, recogería un campo del conocimiento, hasta ahora no suficientemente cuidado, de la antropología, que se centra en el estudio de la huida (cf. p. 41).

El ser humano frente a un entorno hostil siempre ha contado con dos grupos de posibilidades de salida: las de la rebelión (diferentes clases de lucha y reacción frente a dicho medio), o las de la huida (el alejamiento de un entorno hostil).

Centrándonos en este segundo, Pau señala que el ser humano que se encuentra en un medio hostil (por ejemplo, la ciudad), está situado en un determinado punto de fuga y desde ahí surgen una pluralidad de líneas que constituyen sus posibles formas de huida, que determinan, a su vez, tantas trayectorias vitales posibles.

No siempre se ha huido igual. El componente biológico de la misma le da homogeneidad, pero la cultura (el espacio-tiempo o tiempo-espacio) introduce variedad y novedad. Los treinta capítulos del libro presentan treinta formas de huir, a la vez que treinta maneras de ser feliz.

Totalmente recomendable como libro. Da qué pensar. Iré señalando en los artículos posteriores algunas tipologías de huida.