El Inspector, Fernando García, presidió la misa en la catedral compostelana, por la tarde, en la que realizó también la tradicional plegaria y ofrenda al Apóstol, encomendándole todos los proyectos y necesidades de la Inspectoría, pidiendo la intercesión del Amigo del Señor en el peregrinar de toda la comunidad inspectorial. Durante la homilía, el domingo en el que se celebraba la solemnidad de la Ascensión, el Inspector animó a todos a sentir la presencia del Señor “en nuestro camino para dar testimonio del Evangelio con alegría, como Don Bosco”. Al final de la celebración, los “tiraboleiros” hicieron volar el botafumeiro por el crucero de la catedral compostelana. Ofrenda de incienso que se materializó, también, en la ofrenda que la Familia Salesiana recogió para destinarla a las obras sociales de la Inspectoría.
La oración a María Auxiliadora, pocos días después de la celebración de su fiesta, puso fin a una celebración que estuvo animada por la coral de Valladolid dirigida por Carlos Martínez Voces.
La jornada había comenzado por la mañana en el Monte del Gozo. Allí, a las 11’00, se habían concentrado unos 250 miembros de la Familia Salesiana para, tras un momento de oración, peregrinar hasta la catedral de Santiago. A mediodía, se celebró la comida en la casa salesiana de Santiago de Compostela.
Para los participantes fue una jornada especial, volviendo a retomar el homenaje a María Auxiliadora peregrinando a Santiago, disfrutando de un espléndido día y la buena organización de los grupos de la Familia Salesiana de Santiago, anfitriones del encuentro.
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