Esta iniciativa tiene un objetivo sencillo, pero profundamente humano: acompañar a los niños que reciben tratamientos de quimioterapia prestando ayuda para hacer más llevadero su día a día a través de una experiencia tecnológica, creativa y cargada de sensibilidad.
En el acto de presentación de la colaboración estuvieron presentes, por parte del colegio, el director de la Casa, Miguel Gambín, el administrador, Juan José Galván y el profesor Daniel Pérez; y, por parte del hospital, la gerente del Área de Salud de Badajoz, Demetrio Pérez, junto a la directora de Enfermería, Ángela Hernández, la supervisora del Área Maternal, Rosana Rueda y la responsable del servicio de atención al usuario, María Ángeles Madueño.
Este encuentro sirvió para sellar el compromiso conjunto de ambas instituciones con la infancia y con la innovación al servicio del bien común.
“En Salesianos Badajoz estamos convencidos de que nuestros alumnos están llamados a ser Protagonistas de la historia, capaces de transformar el mundo desde los pequeños gestos. Con esa mirada, ha nacido el Proyecto Chemobox Solidario, una iniciativa en la que se están comunicando con los pequeños pacientes mediante videollamadas, gracias a la colaboración del personal del hospital. En esos encuentros, descubren sus intereses y diseñan digitalmente cada Chemobox”, explican sobre los detalles de esta iniciativa. Posteriormente se utilizan impresoras 3D para dar forma real a las cajas, convirtiendo sus ideas en algo tangible que pronto acompaña a los niños hospitalizados.
“De este modo, la tecnología se convierte en un medio para servir, en una herramienta educativa que fomenta la empatía, la solidaridad y la creatividad”, añaden.
¿Qué es una Chemobox?
Una Chemobox es una caja personalizada en la que los niños pueden guardar el material sanitario que utilizan durante su tratamiento: jeringuillas, medicamentos, gasas o sondas. Pero más allá de su utilidad, cada Chemobox es un pequeño símbolo de esperanza: está decorada según los gustos, colores y personajes favoritos de cada paciente, haciendo que sientan esa caja como algo propio, “solo suyo”.
Una historia compartida
“Cuando finalmente entreguemos las Chemobox al Hospital Materno Infantil, cada niño recibirá la suya como un regalo personal, fruto del trabajo y cariño de nuestros alumnos. Será entonces cuando esta historia se cierre con un gesto que resume perfectamente nuestro lema: ser protagonistas no solo en las aulas, sino también en la vida de los demás”, añaden.
“En Salesianos Badajoz seguimos creyendo que la educación es mucho más que enseñar contenidos: es formar corazones capaces de transformar el mundo, uno a uno, con ternura, ingenio y fe”.











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