La intensificación de los enfrentamientos armados en la frontera entre Tailandia y Camboya ha generado una grave crisis humanitaria que afecta directamente a la población civil y a la labor educativa en la región. En este contexto, los Salesianos de Don Bosco se han visto obligados a evacuar la escuela Don Bosco de Poipet para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Según los medios de comunicación internacionales, más de 500.000 personas han sido desplazadas en ambos lados de la frontera, con más de una veintena de víctimas mortales y decenas de heridos, además del cierre de cientos de centros educativos. En Tailandia, más de 300.000 personas han tenido que abandonar sus hogares, mientras que en Camboya se contabilizan al menos 200.000 desplazados. Pese a los llamamientos al alto el fuego, ambas partes se acusan mutuamente de incumplir los acuerdos de paz.
Consecuencias salesianas
En este clima de inestabilidad, la Escuela Don Bosco de Poipet, situada a apenas 3,5 kilómetros de la frontera con Tailandia, se ha visto directamente afectada. La semana pasada, tras escucharse bombardeos cada vez más cercanos, los salesianos decidieron suspender las clases y organizar la evacuación progresiva de los 90 estudiantes internos.
“La prioridad en todo momento fue proteger a los jóvenes y garantizar su seguridad”, señalan desde la comunidad salesiana local. Gracias a la rápida coordinación del equipo educativo, todos los alumnos pudieron regresar sanos y salvos con sus familias, a pesar del intenso tráfico y del éxodo masivo de la población.
Presencia salesiana en Camboya
Los Salesianos de Don Bosco están presentes en Camboya desde 1994, desarrollando una amplia labor educativa y social dirigida especialmente a niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad. En la actualidad trabajan en Phnom Penh, Kep, Sihanoukville, Battambang y Poipet, donde gestionan escuelas, centros de formación profesional y programas de apoyo social.
En la actualidad, la Escuela Don Bosco de Poipet permanece cerrada y se ha recomendado al alumnado y al profesorado trasladarse a zonas más seguras, mientras que el resto de obras salesianas en el país continúan funcionando con normalidad. La comunidad salesiana mantiene un contacto constante con las familias y las autoridades, atenta a cualquier necesidad que pueda surgir.
Rezando por la paz
Desde Misiones Salesianas se unen a la oración por la paz en esta región del sudeste asiático y ofrecemos nuestro apoyo a los misioneros salesianos que allí trabajan. Confiamos en que el diálogo y el entendimiento se impongan a la violencia y deseamos que las familias desplazadas puedan recibir atención y regresar pronto a sus hogares, recuperando la seguridad, la estabilidad y la esperanza en un futuro en paz.











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