Tras dos años de pandemia, en los que se limitó la presencialidad con las restricciones sanitarias, las fallas escolares retomaron el protagonismo de los patios salesianos de Valencia y Burriana. Unos monumentos creados por los alumnos y sus familias reivindicaron la paz en Europa y a la vez difundieron el lema ‘Nos mueve la esperanza’ que une a todas las presencias de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora.
La falla de Salesianos San Juan Bosco sirvió para trabajar las diferentes culturas, el respeto a sus creencias, valores y costumbres. Ana Llopis, jefa de Estudios de Infantil explicó que en el centro tienen alumnos de diferentes nacionalidades y trabajando estos valores contribuyen al fomento de la convivencia. “Además, teniendo en cuenta la situación actual en Europa, hemos aprovechado para expresar nuestro rechazo a la guerra y nuestro deseo de un mundo en paz, donde pueda haber diferencias y todos podamos convivir” añade. Para ello a lo largo del 15 de marzo todos los alumnos de Infantil y Primaria, que acudieron al colegio con la indumentaria tradicional, ofrecieron a la Virgen María Auxiliadora unas flores y realizaron una oración conjunta por la paz en Europa y el cese de la guerra.
En Salesianos San Antonio Abad, Andrés Pérez, jefe de Estudios de Primaria, contó que la parte educativa de la falla escolar es la creación de un proyecto común entre todo el alumnado de Infantil y Primaria. “Este año toda la comunidad educativa lo está viviendo con muchas ganas, pues ya son dos años sin poder celebrarlo. Echaremos de menos poder celebrarlo con las familias pero eso vendrá en años posteriores”, explicaba.
En Salesianos Burriana también celebraron la festividad de las fallas el 15 de marzo, día en el que quemaron un pequeño monumento con la presencia de la Reina Fallera Infantil de Burriana, Ana Giménez Fuster. Otro monumento fallero que ardió con las llamas fue el que crearon los animadores del Centro Juvenil Amics junto a niños y jóvenes asociados.
Las fallas escolares son una buena oportunidad para animar a los niños y sus familias a dar rienda suelta a su creatividad e imaginación, fomentar el trabajo en equipo entre los compañeros o la psicomotricidad fina. Según destaca Ana Llopis, “cuando el niño trae al cole su ninot y lo enseña a sus compañeros está orgulloso del trabajo realizado y esto ayuda a crear una buena autoestima”.
Las Fallas van del 15 (plantá) al 19 (cremá) de marzo. Se celebran en honor de san José, patrón de los carpinteros, que era un gremio muy extendido en la ciudad cuando empezaron a celebrarse a finales del siglo XIX, y que conservó hasta la actualidad, dada la importancia de la industria del mueble en la región.
Actualmente, esta festividad está catalogada como fiesta de Interés Turístico Internacional y desde noviembre de 2016 la Unesco las inscribió en su lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
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