Es 24 de mayo y esta fecha tiene sabor de fiesta. La creatividad salesiana ha generado un sinfín de actividades que se prolongarán durante el fin de semana. Hoy los ambientes educativos se transforman en espacios de encuentro, en lugares abiertos para disfrutar con los amigos y eso genera en quienes lo disfrutan, un sentido de pertenencia que acompaña durante toda la vida.

Hacemos lo que hemos aprendido. Tenemos una larga historia que hunde sus raíces en Valdocco. Don Bosco, sigue diciendo a quienes hoy acuden a cualquiera de sus casas: Aquí podrás soñar y aprender y siendo tú te vamos a querer. Esta casa es familia, abrazos, respeto, donde poder crecer y cuentas con dos madres que cuidan y auxilian y te van a proteger. El ayer, nos sigue indicando el camino que hoy tenemos que seguir.

Es 24 de mayo y la mirada de los niños, de los jóvenes, de las familias, de los ancianos se fija con los ojos emocionados, en la imagen de María Auxiliadora. ¡Cuántas cosas tenemos que decirle a la Madre! Promesas, peticiones, recuerdos entrañables, lágrimas de alegría y también de nostalgia.

María Auxiliadora lo escucha todo y entiende nuestros sentimientos. Recibe las flores de los niños de infantil, disfruta del ambiente sano de la fiesta y acoge los rosarios rezados en nuestros templos. Siente el fervor popular de quienes la llevan a hombros por nuestras calles o por los patios de nuestros colegios. Ella es la Madre y la Maestra que nos recuerda quién es su Hijo y nos enseña cómo nos puede llenar el corazón de paz.

Es 24 de mayo. ¡Feliz fiesta de María Auxiliadora!