“El 18 de julio se confirmó el primer caso de ébola en Goma, una de las ciudades más pobladas de República Democrática del Congo y saltaron las alarmas”, explican los misioneros salesianos que trabajan en la ciudad. Era un hombre de 46 años. Desde entonces, son siete los casos positivos de ébola en Goma y las rutinas de la ciudad apenas han cambiado. “A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Sanidad y de las medidas preventivas que se están poniendo en marcha, la población aún no las respeta y no terminan de creerse lo que está ocurriendo”, añaden. “Tampoco creen las explicaciones del personal sanitario ni toman en cuenta las medidas de prevención que les proponen”, alertan los misioneros.
En el centro de jóvenes de Don Bosco Ngangi y en la escuela técnica ITIG en los que trabajamos, los responsables salesianos están alerta para que los niños, niñas y jóvenes que acuden cada día estén bien. “Sin embargo, nos preocupa lo que ocurre fuera de nuestras puertas. Todos estamos en contacto con personas de la ciudad, los menores y jóvenes con sus familias, los trabajadores… y no podemos controlar que allí las medidas de prevención se estén aplicando”, explican desde Goma. “En algunos casos porque no se termina de creer, en otros porque se lavan con el mismo jabón y en el mismo barreño y en otros porque las familias no se pueden permitir comprar desinfectantes”, continúan contando.
El miedo en los centros salesianos de Goma, a pesar de que las noticias son de un relativo control de la situación y de que desde hace algunas semanas no se ha dado un nuevo caso de contagio, viene cuando en septiembre se abran de nuevo las puertas de los centros de educación a los que acuden cientos de niños, niñas y jóvenes. “Al nuevo curso se suma que pronto comenzará la época de cosechas y que hay muchas personas que se moverán de un sitio a otro en busca de trabajo”, advierten los misioneros.
La República Democrática del Congo lleva más de un año luchando contra la epidemia del ébola. Desde el 1 de agosto de 2018, hay más de 2.700 personas afectadas por la enfermedad y más de 1.800 han muerto. Las autoridades y los sanitarios trabajan sin descanso y hablan de control, pero aún se siguen produciendo contagios. Esta epidemia de ébola es la más grave de la historia del país y la segunda con más afectados tras la ocurrida en África Occidental en 2014 y 2015.
0 comentarios