Mónica Rodríguez (Oviedo, 1969), con la novela Rey, y Pedro Ramos (Madrid, 1973), con la novela Un ewok en el jardín, son los ganadores de la XXX edición del Premio Edebé de Literatura Infantil y Juvenil. Dos novelas que conmocionan por la dura y cruel realidad que presentan, con un lenguaje en el que a menudo, son tan importantes las palabras como los silencios.
Rey, inspirada en un hecho real, es un viaje a las profundidades del alma humana que nos propone Mónica Rodríguez en el intento de entender cómo puede sentirse un niño que debe sobrevivir entre una manada de perros callejeros, en los que encuentra competencia y amor. Una historia llena de poesía, a través de nevados paisajes y bosques profundos, que indaga en cómo el pequeño se enfrenta al abandono, al maltrato o la soledad, y sobre todo a las bestias… sean animales o humanas.
Con Un ewok en el jardín, Pedro Ramos, con un estilo directo y sucinto, aborda los oscuros estados de ánimo, las características de la depresión y el suicidio, esta plaga que se está extendiendo en la sociedad, entre jóvenes que parecen tenerlo todo y sin embargo sienten que no son nada.
Un ewok en el jardín es el recordatorio de que, pese a los sabotajes de la mente, que en algún momento nos castiga a todos con la culpa, la tristeza y el autocastigo, incluso con la idea de quitarnos la vida, siempre hay una salida, una mano amiga, alguien con quien hablar de ello… Siempre hay algo que añadir a esa lista de motivos para seguir vivo.
El Premio Edebé cuenta con una dotación económica total de 55.000 euros (30.000 € para la obra juvenil y 25.000 € para la obra infantil), siendo uno de los premios de mayor dotación del país.
Las obras saldrán publicadas el mes de marzo.
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