El deporte educativo salesiano estuvo presente en el encuentro internacional “Sport for all – cohesive, accessible and tailored to each person” desarrollado durante los días 29 y 30 de septiembre en el Aula Nueva del Sínodo del Vaticano. Un evento promovido por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en colaboración con el Dicasterio para la Cultura y la Educación y la Fundación Juan Pablo II para el Deporte, en el que estuvieron presentes más de 200 personas del mundo del deporte donde se dieron la mano las federaciones internacionales, asociaciones deportivas de base, representantes de las distintas confesiones cristianas y de otras religiones, así como organizaciones sin ánimo de lucro e instituciones educativas de todo el mundo que trabajan por la inclusión en la sociedad a través del deporte.
Esta cumbre surgió con el objetivo de responder a la invitación del Santo Padre sobre la responsabilidad social del deporte y la importancia del mismo como medio de crecimiento humano, educativo y espiritual y en ella está presente la Congregación Salesiana con su sector de la Pastoral Juvenil a través de la representación de Diego Pérez Órdoñez, maestro Educación Física en Salesianos Trinidad en Sevilla. Este educador con una amplia trayectoria, licenciado en ciencias de la actividad física y el deporte, partió como representante de la comisión del deporte de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora en este evento que quiso ser una declaración e invitación al mundo del deporte a mirar hacia el futuro adoptando tres características fundamentales: un deporte cohesionado, accesible y a medida de cada persona.
Entre los momentos destacados, en presencia del papa Francisco, los participantes fueron invitados a firmar la Declaración común con el compromiso de promover cada vez más la dimensión social e inclusiva del deporte en sus instituciones y organizaciones deportivas. Esta invitación, recogida por los Salesianos, se hará extensiva a todas las realidades del deporte, empezando por las que se inspiran en la visión cristiana de la persona y del propio deporte.
“Entre las ideas claves compartidas en las diferentes ponencias se destacó la necesidad de reducir la brecha entre el deporte de base y el profesional, con la convicción de que la unidad del deporte es un valor que salvaguardar y cultivar. También se remarcó la importancia de garantizar a todas las personas el derecho a practicar deporte, independientemente de sus condiciones sociales (pobreza, migración o estatus de refugiado, marginalidad, guerra, encarcelamiento, etc.) y acercar la posibilidad de que todas las personas puedan practicar deporte, también cuando tienen discapacidades físicas o mentales o problemas psicológicos”, compartía Diego sobre las conclusiones del encuentro.
Este foro recogió el guante del encuentro Internacional “Sport at the service of Humanity”, organizado en octubre de 2016, al que siguió “Dar lo mejor de uno mismo”, el primer documento integral de la Santa Sede sobre el deporte publicado el 1 de junio de 2018, y al encuentro ‘The Global Digital Community Kick-off ‘, celebrado en la jornada del 7 de diciembre con la organización de Save the Dream; el Pontificio Consejo para la Cultura y Sport for Humanity.
De esta forma la Congregación Salesiana sigue dando pasos en una reflexión conjunta de diferentes proveedores mundiales en los que el deporte, los valores y la educación unan sus fuerzas.
DEPORTE EDUCATIVO SALESIANO
El deporte es educativo, en la variedad de las obras y presencias, cuando se halla enmarcado en el Proyecto Educativo-Pastoral del Centro, con unos fines claros y concretos, una estructura definida, más allá de toda improvisación y animado por personas concretas serias, responsables y portadoras de valores. Estos elementos pueden sin duda validar este medio educativo integral que es el deporte con su rico abanico de posibilidades.
El deporte es también una estupenda plataforma de acción pastoral. Hay una serie de elementos que hacen del deporte un lugar de propuesta evangélica y pastoral en clave salesiana para los niños y jóvenes como su amplia capacidad de convocatoria y formación de grupo; el desarrollo de valores como el esfuerzo, la solidaridad, la disciplina, el altruismo, la preocupación por el trabajo de los demás; y, la posibilidad de compartir experiencias y modelos de identificación, con gran sentido de confianza y apertura a los miembros del equipo y animadores deportivos.
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