En el mes de mayo, las flores son un símbolo de belleza, color y fragancia.  A medida que la primavera florece, los paisajes se transforman en un estallido de colores y aromas, recordándonos la maravilla de la vida. Todo ello nos invita a detenernos y apreciar que, incluso en medio de tiempos difíciles y desafiantes, la naturaleza sigue su curso, ofreciendo un respiro de esperanza y nos da la oportunidad para renovar nuestro compromiso de cuidar y valorar las pequeñas cosas como hacía María Auxiliadora.

Cada 24 es un día importante en el calendario salesiano, pero el 24 de mayo lo es aún más porque la conmemoramos a ella: nuestra madre. Y ese ambiente festivo lo hemos vivido días antes, con la preparación de la fiesta y las diferentes iniciativas que hemos realizado en los distintos ambientes. Como por ejemplo la celebración de la Novena de María Auxiliadora, un momento de oración y una oportunidad para profundizar la fe y mostrar nuestro agradecimiento.

Durante estos días también hemos participado en la Gran Tómbola Solidaria que ha repartido un montón de sorpresas en las personas asistentes que han querido poner su granito de arena para apoyar a las obras salesianas en Siria, Damasco y Kafroun, de la ONG Misiones Salesianas. Iniciativas que se suman a la acogida y atención de población desplazada por el seísmo que contribuyen a mejorar las condiciones de vida de las personas afectadas.

En torno a esta fecha desde Salesianos Valladolid también hemos organizado una Gran Feria  bajo el lema “Con María abrimos caminos a la fiesta” llena de juegos, actividades deportivas, talleres, pintacaras, etc. para niños, niñas, jóvenes y familias. Una tarde muy divertida que además de pasarlo bien y reírnos un montón podíamos conseguir regalos con los “bosquines”  conseguidos en las distintas pruebas. Una iniciativa que inundaba de ilusión en los/as más peques.

Una gran feria llena de entretenimiento,  diversión y alegría con el fin de compartir experiencias, fortalecer los lazos sociales y promover la participación comunitaria y el encuentro. Porque el 24 de mayo es un día de fiesta y celebración, de risas y carcajadas, un día para conmemorar por todo lo alto a nuestra patrona. Por eso también la hemos recordado en la eucaristía y nuestra parroquia se ha llenado de luz y color, no solo con las flores que decoraban cada rincón sino también con las velas que representan la luz de la fe, la esperanza y la guía en medio de la oscuridad y las dificultades. Una luz que nos acompaña en nuestro día a día para seguir dando pasos y seguir contagiando ilusión en nuestras realidades y que hemos querido simbolizar con la emocionante procesión de las velas.

Finalmente hemos disfrutado de una sabrosa churrascada bailando al son de la música y empapándonos de ambiente de fiesta en este día tan especial para la familia salesiana.
El ejemplo de María nos inspira a guiar, acompañar y cuidar a las personas, sobre todo a aquellas que más lo necesitan. Ella es nuestra guía en momentos de dificultad y nuestra fortaleza en la fe. Con ella siempre #AbrimosCaminos.

¡Viva María Auxiliadora!