Más allá de los encuentros juveniles, estas cofradías son un pilar de fe activa y compromiso social en el espíritu de Don Bosco.
Mientras la celebración de la Pascua de Resurrección en clave salesiana evoca inmediatamente los multitudinarios encuentros juveniles que durante décadas han marcado la Semana Santa en diversos puntos de la geografía española, existe otra expresión igualmente significativa y arraigada en el seno de la Familia Salesiana: las Hermandades y Cofradías Salesianas (HHCCSS). Estas entidades, lejos de ser una alternativa menor, representan una apuesta consolidada que fusiona la profunda devoción religiosa con un marcado compromiso social y el vibrante protagonismo de los jóvenes.
Nacidas en su gran mayoría al calor de las Asociaciones de Antiguos Alumnos de Don Bosco, con quienes mantienen una estrecha y fructífera vinculación, estas agrupaciones de fieles se han extendido por todo el territorio nacional, superando la treintena y dependiendo canónicamente de las diferentes Archidiócesis en cada provincia. Su presencia activa en la vida religiosa y social de sus respectivas localidades es un testimonio vivo del carisma de San Juan Bosco.
Entre el 13 y el 20 de abril, ciudades como Alcalá de Guadaíra, Algeciras, Alicante, Arcos de la Frontera, Cádiz, Ciudad Real, Córdoba, Elche, Granada, Huesca, Jerez de la Frontera, La Línea de la Concepción, Mataró, Málaga, Montilla, Morón de la Frontera, Palma del Río, Pozoblanco, San José del Valle, Sevilla, Úbeda y Utrera se vestirán de fervor para acoger las tradicionales salidas procesionales de sus hermandades salesianas. Se estima que alrededor de 30.000 hermanos participarán activamente en estos cortejos, reafirmando la vitalidad y el arraigo de estas corporaciones.
Sin embargo, la esencia de las HHCCSS trasciende la Semana de Pasión, Muerte y Resurrección, o los cultos y triduos propios de la Cuaresma. En su día a día, estas hermandades despliegan una notable actividad centrada en la labor social, siguiendo el ejemplo de Don Bosco en su dedicación a los más necesitados. Esta faceta, a menudo menos visible, es un componente fundamental de su identidad y un reflejo auténtico del espíritu salesiano en acción.
Estas pequeñas pinceladas de la vida plena de las Hermandades y Cofradías Salesianas son un claro reflejo del legado de San Juan Bosco, demostrando que la fe puede y debe traducirse en compromiso con la comunidad y en una vivencia activa y participativa de las tradiciones religiosas. La Semana Santa, para estos miles de hermanos, es mucho más que una conmemoración; es una oportunidad para vivir su fe en comunidad, mostrando su devoción y reafirmando su compromiso social en el espíritu de su fundador.
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