Cómo vivir, en 5 días, una experiencia profunda de fe

19 septiembre 2019

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Tiempo de oración con jóvenes: la vida a la luz de la Palabra, es la propuesta de celebración y formativa organizada por el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil que ha llegado este año a su séptima edición.

Tiempo de oración con jóvenes: la vida a la luz de la Palabra, es la propuesta de celebración y formativa organizada por el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil que ha llegado este año a su séptima edición.

Venía celebrándose en Soto Iruz en Cantabria, y en el verano de 2020 el escenario ha sido Egino (Álava) entre el 10 y 15 de agosto. El salesiano animador de esta experiencia: Abel Domínguez y los participantes 9 personas: 3 salesianos (contando a Abel), 1 salesiana y 5 jóvenes adultos procedentes de todo el territorio español.

Es una propuesta de hacer oración, con muchos tiempos de silencio, con una guía para la reflexión, para que luego cada participante haga su camino, buscando “su tiempo interior”. Tal y como lo presenta el propio Centro Nacional: “Te ofrecemos una experiencia de silencio y de oración, donde la fraternidad, la comunicación y la profundización en la propia vida de fe ocuparán un lugar muy destacado”.

Salesianos.info ha tenido la oportunidad de charlar con Mamen Santiago, Hija de María Auxiliadora-Salesiana: “una vez vividos estos días, lo recomendaría primero sobre todo a los salesianos y salesianas, ojalá todos pudiéramos hacer esta experiencia, que es un gran regalo y una gran suerte. Un regalo poder vivirla con jóvenes de más de 25 años… y eso que no empecé con muy buen pie, pensaba en agosto… ¿una semana perdida aquí con sólo 9 acompañantes, ya adultos todos? Yo iba con mentalidad de acompañar, me sentía rara”.

Los 3 salesianos y Mamen (la salesiana) eran el núcleo animador de este tiempo interior. En el equipo Juanky Aonso de Santander y Pep Alamán de Barcelona. Juanky, Pep y Mamen se encargaban de preparar las oraciones de la mañana, mediodía y noche y Abel, tal y como nos cuenta Mamen: “se encargaba de iluminarnos con la reflexión de la Palabra de Dios, en un tiempo inicial de reflexión en grupo. Contábamos con muchos tiempos de silencio, disfrutamos de un taller de Salmos, para aprender a hacer oración con ellos. Ya por la tarde, antes de la Eucaristía, compartíamos nuestras reflexiones. Uno de los momentos más intensos fue el día de hacer desierto en el monte que finalizó con la Eucaristía en la cima”.

De haber empezado este tiempo un poco recelosa, Mamen nos confiesa a lo largo de nuestra conversación que “hace mucho tiempo que no compartía de forma tan profunda mi vida, mi oración, mis reflexiones. Lo puedo comparar a unos ejercicios espirituales con los que hace bastantes años que no hacía esta experiencia tan positiva, tan profunda, tan de silencio”. Quizá por esto piensa en sus hermanas salesianas y en los salesianos cuando cree que se podía recomendar vivir este tiempo para dejar hablar al silencio.

A ella se lo propuso Charo Ten, delegada de Pastoral de las Salesianas: “no tenía previsto romper agosto así, en mi cabeza estaba pasar unos días con mi madre y comenzar a preparar temas del colegio de Nervión (Sevilla) del que soy directora… pero en estas cosas, como en otras, no somos nosotros quienes decidimos y ahora me alegro de haber aceptado vivir este tiempo”.

Los participantes, en esta ocasión, superaban los 30 años, algunos cercanos a los 40 con realidades vitales muy diferentes, algunas complicadas y con la necesidad de tener un tiempo de verano diferente, buscando en su interior, ayudados de la Palabra de Dios y guiados por alguien. “Para todo hace falta aprendizaje. Todos hemos aprendido, ninguno ha ido de maestro, ni otros de discípulo, aunque he de decirte que Abel ha tenido mucho que ver por la forma de presentar la Palabra, por el conocimiento, por la reflexión profunda al mismo tiempo que sencilla. Eso nos ha unido un montón y ha sido una experiencia profunda de una espiritualidad increíble. Tenemos que tener en cuenta este perfil de personas que se acercan a vivir con nosotros estos tiempos. El Espíritu nos habla en acciones tan sencillas como esta”, concluye Mamen.

La experiencia que venía realizándose cada dos años, volverá a organizarse en el próximo verano, en el mes de agosto, proponiéndose así cada año, según ha confirmado el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil.

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