Víctor Ballesteros es profesor de filosofía en Salesianos Puertollano y miembro del equipo de comunicación del centro. Hemos conversado con él y nos explica cómo surge la idea y cuáles fueron sus razones para lanzarse a esta aventura.

¿Cómo empezó este proyecto?

Empezó por la necesidad. Cuando me contrataron en Puertollano justo había concluido la primera ola del COVID y ese verano largo de desescalada. Al llegar en septiembre, los chicos de segundo de bachillerato tenían el reto de presentarse a la EBAU, pero lo cierto es que yo les empecé a hablar de los presocráticos y no les sonaba de nada. Empecé grabando con los medios que tenía a mano (mi propio equipo casero), y empecé a grabar resúmenes un mes después de mi contratación. Concluí el curso con todo el temario grabado. Desde entonces, el proyecto no ha dejado de crecer.

¿Por qué crees que tu podcast ha tenido semejante proyección?

A mí todavía me sorprende que tanta gente se haya acercado a escuchar el contenido del bachiller con tantas ganas. Es cierto que lo preparé con mucho mimo, que he revisado algunos episodios para mejorar aquellos que no me convencían del todo, creé el blog: https://filohistoria.com/ ayudado por mi hermano… pero lo cierto es que todavía me sorprende ese impacto.

¿Has hecho algo especial para que se escuche en tantos países?

Lo cierto es que no. Al principio empezó a escucharse en los países hispanohablantes, algo normal por otra parte. Después, vinieron países vecinos, como Portugal o Francia, países en los que el español tiene un gran empuje como Reino Unido o Estados Unidos… y ha llegado hasta sitios tan inverosímiles como China, Japón, Omán, Togo, Kenia… y otros tantos países. Actualmente son unos 110 países donde se ha podido escuchar, y sigo mirando con mucho detenimiento este dato porque es muy llamativo imaginar a alguien en Arabia Saudí o en Tailandia estudiando mientras te escucha.
 
¿Tienes algún “feedback “de tus oyentes?

Sí, tengo mucha suerte en ese sentido. No solo he tenido comentarios en las diversas “apps” donde se aloja (sobre todo en Spotify), sino que también he tenido la suerte de recibir correos de alumnos de otros institutos de nuestro país, de adultos que se quieren enganchar a la filosofía haciendo estudios a distancia… es algo muy gratificante (aunque también, como es natural, he recibido alguna crítica menos amable.)

¿De dónde nace tu pasión por comunicar la filosofía?

He de decir que tuve profesores excelentes, tanto en el bachillerato como en la universidad. He tenido profesores que no solo son grandes mentes, sino que saben comunicar con mucha frescura, haciendo clases atractivas y explicando ideas complejas de manera que todos en el aula las pudiéramos entender. Quizá solo me he dedicado a intentar emularles por la admiración que todavía les profeso.

En tu entrevista a la Agencia EFE hablas de “pensar la vida y ayudar a otros a hacer lo mismo” ¿cómo lo haces?

Poniendo ejemplos que todavía puedan tocar la vida de los alumnos. Creo que la clave no es solo tener la mayor formación posible, sino también tocar tierra e intentar hablar de la vida cotidiana.

El decreto con el que se regula la PAU de mi región habla de que los alumnos, al terminar bachillerato, deben comprender que los problemas filosóficos no solo tienen una dimensión histórica (porque, por ejemplo, Platón no deja de ser hijo de su tiempo), sino que también tienen una dimensión universal (porque todavía hoy leemos el mito del anillo de Giges y nos dice algo a nuestro presente). Quizá esa sea la clave con la que podamos pensar una vida.

¿Trabajar en un colegio salesiano tiene algo que ver con tu forma de divulgar la filosofía?

Por supuesto. Creo que lo más evidente es que todo este proyecto se basa en aquello de que el educador debe amar las cosas que agradan a los jóvenes, para que los jóvenes aprendan a ver el amor en aquellas cosas que les agradan poco y aprendan a hacer estas cosas con amor (cuánto bien hace leer la Carta de Roma de cuando en cuando). Es cierto que estudiar filosofía a veces no es lo más agradable, porque, si no se entiende, es una asignatura bastante árida. Por eso tomé como referencia los ejemplos que me habían funcionado en clase, las explicaciones con las que por fin pude hacer entender a los alumnos una idea…

«La Vida Pensada»

El pasado mes de febrero Víctor publicaba el libro “La Vida pensada” Recién publicado lo presentó en Salesianos Puertollano ¿Para quién este libro?

Va dirigido al público general. Lo cierto es que algunos de estos recursos han hecho muy fácil escribir algunos capítulos como el de Wittgenstein, Marx, Sartre o Arendt. En otros, hablo también de mi vida personal (como cuando hablo de los campamentos salesianos para hablar de la amistad en Aristóteles) y, con eso, intento explicar ideas complejas con palabras simples.

Realmente es el tipo de material con el que me habría gustado contar cuando cursaba esta materia en bachillerato, cuando solo existía El mundo de Sofía y el Antimanual de filosofía de Michel Onfray. Por ello he querido contribuir con mi granito de arena haciendo una historia de la filosofía para el público general. Y gracias a que Andrea y Sandra, editoras de “Temas de hoy”, fueron aconsejándome durante la redacción, hace tres meses que finalmente se publicó el libro.

¿Tus alumnos ganan gusto por la filosofía a través del podcast? ¿les ayuda en sus estudios?

Creo que sí les ayuda para el repaso. Recuerdo que ha habido chicos que me contaban que se habían quedado en blanco durante el examen, pero que sí recordaban la canción que acompañaba el temario y, al tararear un fragmento, les venía a la memoria la explicación correspondiente. Al final intentas fijar un temario gracias a que han escuchado alguna letra que, o bien les resulta familiar (C. Tangana, Bad Bunny o algún otro cantante) o bien está relacionado con la vida del autor en concreto (como cuando uso música de ABBA para el capítulo de Descartes, aprovechando que murió en Suecia). Es un recurso que, a fin de cuentas, ha terminado siéndoles útil.