Zambia me enseña a valorar las cosas y a quejarme menos

5 septiembre 2017

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Guillem Fenollosa, voluntario en Zambia y alumno de Salesianos Sarriá, cuenta su experiencia.

Las ganas de ayudar y de vivir una experiencia solidaria han llevado a Guillem Fenollosa Busquets (Barcelona, 1997) a participar este verano en un voluntariado en Zambia. Este estudiante de Grado Superior de Mecánica en Salesianos Sarriá (paseo de San Juan Bosco, 42) repite experiencia en el país africano, del que se lleva muchos recuerdos y una percepción vital que le ha hecho reflexionar profundamente.

Segundo viaje a Zambia.

-Sí. De los siete compañeros que hemos ido este verano, sólo otro chico y yo repetíamos experiencia. Es un viaje de sensibilización, de convivencia y aprendizaje. Quería volver para agradecer todo lo que había recibido el año anterior y comprobar in situ que el proyecto se estaba materializando.

¿A qué proyecto se refiere?

-Se llama Share The Light. Lo iniciaron un grupo de salesianos ingleses con los que hemos convivido durante 15 días en un orfanato de niñas de la ciudad de Mazabuka, en Zambia. La idea es dar a conocer aquí la dura realidad que se vive allí. Los ingleses nos llaman abogados, porque intentamos transmitir esta situación.

¿Cuál ha sido su aportación?

-Mi ayuda y la de mis compañeros se ha centrado sobre todo en poner en práctica nuestros aprendizajes mecánicos. Hemos arreglado casas y tierras, y hemos pintado paredes con las herramientas de que disponíamos, en algunos casos, precarias. También hemos impartido clases y hemos dado el desayuno a un grupo de 31 huérfanas de entre 12 y 17 años.

¿Cómo ha sido la convivencia?

-Muy bonita. Ya nos conocíamos del verano pasado y las niñas se han emocionado al volver a vernos. Para ellas, es lo más emocionante que les pasa durante el año.

Imagino que recaudan fondos.

-Sí. A lo largo del año, familiares, amigos y nosotros hacemos aportaciones personales. También vendemos lotería, tazas y pulseras e incluso nos hemos constituido como entidad sin ánimo de lucro para conseguir subvenciones.

Cuénteme algún proyecto futuro.

-De cara al próximo año, esperamos poder ampliar la granja y los huertos para que las niñas puedan autoabastecerse.

¿Qué le ha enseñado Zambia?

-A ser consciente y valorar muchas cosas. Y también que no tengo derecho a quejarme de muchas otras.

¿Volverá el próximo verano?

-Me encantaría, pero no sé si estaré trabajando y tendré tiempo. Sin embargo, lo importante es colaborar y seguir sumando.

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