DÍA 17 – Flor de loto

CON FLORES A MARÍA

Oriunda de Asia y Egipto, crece en estanques y aguas turbias donde, a pesar de su entorno, su pureza y belleza se ha convertido en símbolo de transformación y superación. En muchas culturas, al florecer blanca e inmaculada en el lodazal, es símbolo de elevación espiritual, sobre todo para quienes en un mundo lleno de dificultades, intentamos mantenernos firmes en la fe, por encima de las adversidades.

Su blancura, signo de esperanza, nos muestra cómo la luz de Dios siempre brilla, incluso en las circunstancias más oscuras.

Inmaculada, como la flor de loto, María nos guía hacia la pureza del corazón, nos ayuda a emerger sobre tantos lodos de la vida, a superar el pecado, a vivir fieles al Evangelio en la luz de Cristo y a alegrarnos con su gracia hasta florecer en santidad.

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