
OBJETIVO GENERAL
Inspirados por la exhortación Christus Vivit (ChV 252) del papa Francisco, queremos favorecer que los niños,
adolescentes, jóvenes y educadores de nuestras Comunidades Educativo-Pastorales puedan descubrir,
paso a paso, que sus historias personales tienen un sentido mayor y universal; que hay una historia que
comienza en el corazón de Dios, se encarna en Jesús y sigue viva en el Espíritu y en cada uno de nosotros.

PRIMER TRIMESTRE

SEGUNDO TRIMESTRE

TERCER TRIMESTRE
PRIMER TRIMESTRE
“Una historia que acoger” · Esperanza
Toda gran historia comienza con una llamada que acoger, con una semilla de esperanza. Esta es la nuestra: una historia que Dios ha empezado en nosotros y que está llamada a dar fruto.


Con este convencimiento, se nos brinda la ocasión de acoger la Buena Noticia de Dios e iluminar la historia del mundo a la luz del Evangelio de Jesús, en clave de Primer Anuncio: “Dios nos quiere, Dios nos ama a todos” (León XIV).
Poniendo en valor nuestra historia, celebramos el 150 aniversario de la Primera Expedición Misionera Salesiana para agradecer, repensar y relanzar nuestra misión.
Concluyendo el Año Jubilar de la Esperanza, convocado por el papa Francisco, prepararemos una nueva Navidad para acoger a quien es la Esperanza del mundo: “Una esperanza que no defrauda”.
- Redescubrimos nuestra historia personal a la luz del Evangelio: «Dios nos quiere, Dios nos ama».
- Celebramos el 150 aniversario de la Primera Expedición Misionera Salesiana, como parte de una historia que sigue dando fruto.
- Concluimos el Año Jubilar de la Esperanza, preparándonos para celebrar una nueva Navidad en la que acoger al que es la Esperanza del mundo.
SEGUNDO TRIMESTRE
“Una historia que vivir” · Amor
TLa historia no es solo para ser contada, sino para ser vivida. El amor de Dios se hizo carne, y nos invita a vivir y amar con autenticidad, entregando la vida.

Las historias que cambian el mundo son las que, antes de ser contadas, son vividas. La mayor historia de amor jamás contada es la que encarnó Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios, con su forma de vivir y amar a “todos, todos, todos”.
También nosotros estamos llamados a vivir una vida que ilumine la historia, tenga sentido y sea capaz de responder a
la pregunta “¿para quién soy?”, superando esa autorreferencialidad que nos impide ser más humanos y más hermanos de todos.
El proyecto personal de vida nos interroga sobre nuestra vocación y misión: es el propósito de nuestra campaña vocacional, ayudarnos a vivir una historia que merezca ser vivida.
- Profundizamos en la Buena Noticia del Señor Jesús, (re)descubriendo su historia de amor radical al
Padre en el Espíritu y a ‘todos, todos, todos’. - Reflexionamos sobre la vocación personal, “¿para quién soy?”, a la luz de la Campaña Vocacional.
- Descubrimos que el amor no es solo emoción, sino elección, responsabilidad y servicio, conociendo el
testimonio vocacional de Don Bosco y de tantos misioneros salesianos.

TERCER TRIMESTRE
“Una historia que regalar” · Alegría
La alegría no se guarda, se regala. El Resucitado nos envía a ser testigos. Nuestra historia se multiplica cuando se convierte en don para todos.


La celebración de la Pascua de Resurrección ofrece plenitud a la historia y reaviva la esperanza en nuestro mundo.
La alegría del Evangelio compromete nuestra historia y nuestras vidas, amplía la mirada y nos hace salir de nosotros, sentirnos enviados a la misión cotidiana, la del servicio en el día a día.
Este compromiso con la historia nos invita a humanizar nuestro mundo, a poner en el centro a los hermanos,
especialmente a aquellos que más sufren.
- Celebramos la Pascua de Resurrección como plenitud de la historia: de la cruz a la vida nueva.
- Promovemos un compromiso alegre y sincero con todos, especialmente con los que más sufren.
- Compartimos lo que somos, como la Virgen María, conscientes -como Ella- de que estamos llamados a humanizar el mundo.