Desde Bosco Global, la nueva ONGD de la Inspectoría María Auxiliadora, se invita a participar en las movilizaciones convocadas por el clima que se celebrarán el próximo 27 de septiembre en todo el mundo, ya sea en una marcha, un minuto de silencio, un momento de oración, etc. Toda acción cuenta en la lucha global para revertir el cambio climático.
Solidaridad Don Bosco y VOLS, ONGD salesianas que forman parte de la red Don Bosco Green Alliance, a través de su proyecto común, Bosco Global, se suman al movimiento global que tantas organizaciones y personas están llevando a cabo en todo el mundo en favor de la defensa del medio ambiente.
Consulta el listado de movilizaciones del 27 de septiembre por ciudad aquí.
Datos preocupantes del cambio climático
Recientes informes publicados por la comunidad científica alertan de la situación de emergencia climática en la que se encuentra el planeta. Se corre el riesgo de superar el límite catastrófico de 1.5ºC de calentamiento global. El futuro de la humanidad y de toda vida está en grave peligro.
La agenda 2030 aprobada por Naciones Unidas en 2015 y en especial los ODS que alertan de la co-responsabilidad de cuidar el Planeta, nos encamina a proteger, concienciar y poner medidas desde lo concreto para mejorar la calidad medioambiental y reducir los graves efectos del cambio climático.
Hay datos empíricos de que los efectos del calentamiento global ya están siendo devastadores: extinción de miles de especies, pérdida de ecosistemas terrestres y marinos, sequías, migraciones forzadas, pobreza, etc.
¿Qué podemos hacer?
El cambio climático no es algo azaroso ni fortuito, sino fruto de la actividad humana y del actual modelo de producción y de consumo. Aún es posible mitigar sus efectos. En las manos de cada persona está la posibilidad de dejar un planeta habitable para Las generaciones venideras.
La juventud, que está encabezando esta lucha por medio del movimiento Fridays for Future y miles de colectivos juveniles y estudiantiles, impulsa a toda la ciudadanía a movilizarse y exigir a quienes gobiernan medidas que protejan y defiendan la vida de todos los seres vivos del planeta.
Como indica en la encíclica Laudato si el Papa Francisco, “la reducción de los gases de efecto invernadero requiere honestidad, valentía y responsabilidad, sobre todo de los países más poderosos y más contaminantes”. Son los países enriquecidos los que acumulan una mayor deuda ambiental, y por tanto, son los que deben adquirir unos compromisos mayores.
Hay que exigir a la clase política que adopte medidas concretas que ayuden a reducir a cero neto las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con lo establecido por la ciencia y bajo criterios de justicia climática. Se necesitan compromisos reales con los objetivos establecidos en los Acuerdos de París y la Agenda 2030 sobre el cambio climático y la implementación de políticas ambientales que garanticen el presente y futuro de la humanidad.
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