«Descubrir el impacto de los proyectos directamente y todas las posibilidades de mejora del futuro en el terreno, es necesario y nos motiva a seguir realizando nuestro trabajo cada día. Son los pequeños detalles que uno se pierde desde la oficina, de los que se aprende más y mejoran la calidad de los proyectos» menciona Marc, nuestro técnico desplazado a Senegal.
El pasado mes de abril, Marc Parera, técnico de Cooperación Internacional de Bosco Global, se desplazó a la Casa Salesiana de Tambacounda, en Senegal, para identificar nuevas oportunidades y realizar el seguimiento de los proyectos que la ONGD está realizando en el país. Son ya cuatro años de compromiso con el Centro Profesional Don Bosco y su desarrollo agroecológico en la región de Tambacounda, tres de los cuales han sido gracias al Fons Menorquí de Cooperació, y que, próximamente, comenzará la cuarta fase.
«Realmente es un proyecto en el que es muy fácil y agradecido observar el impacto y sus resultados: lo ves en las personas que han participado en los talleres, en los huertos, en sus familias y, sobre todo, en todo el buen hacer de su trabajo», añade Marc.
El proyecto “Mejora de la producción en huertos agroecológicos para jóvenes y mujeres en situación de vulnerabilidad, a través de formación y equipamientos en la región de Tambacounda (Fase III)”, ha contribuido en la mejora de la calidad de vida de la población local, en situación de vulnerabilidad, especialmente de las mujeres y sus familias, y se presenta como una alternativa real a la emigración y un elemento de resiliencia al cambio climático.
Desde la comunidad local en Senegal, destacan dos puntos fuertes del proyecto: en primer lugar, el sistema de placas solares facilita enormemente su trabajo, pues permite extraer el agua de los pozos de manera automática; y, en segundo lugar, las formaciones continuadas que reciben en materia de optimización de recursos y técnicas agroecológicas, les motiva para mejorar su producción y poder vender, cada vez más, excedentes en el mercado local.
El impacto positivo a largo plazo en las familias de la juventud participante es innegable. Muchas mujeres ponen en valor el hecho de poder escolarizar a sus hijos e hijas gracias a la venta de los excedentes, dándoles una oportunidad de futuro, que, a su vez, repercutirá en su beneficio y en el de la comunidad en el futuro.
Para Marc, «El viaje ha servido, sobre todo, para reafirmar nuestra presencia en la comunidad de Tambacounda a través de la mejora de la producción agroecológica de la región (fácilmente replicable y potenciado en un futuro próximo) y, a seguir fortaleciendo el centro de formación a favor de la juventud, especialmente de las mujeres». Además, Marc, estuvo visitando el centro de formación profesional de los Salesianos en la capital, Dakar y realizando el seguimiento del proyecto que Bosco Global está llevando a cabo en Thiès.
En este proyecto se evidencia el compromiso y la dedicación que le pone la población, protagonista en su propio desarrollo, pues se premia claramente su motivación. En este sentido, Marc nos comparte: «Tuve la oportunidad de conocer la ilusión y motivación del profesorado y del alumnado para mejorar su situación y la de la comunidad. No obstante, lo que más me conmovió es la resiliencia de las jóvenes que participan en el centro ante situaciones de discriminación que muchas sufren a nivel doméstico, social, educativo y laboral. La formación que reciben en electricidad o mecánica, es realmente una vocación a la que se agarran de forma colaborativa para afrontar sus dificultades presentes y de futuro».
La educación ha sido, es y seguirá siendo la principal herramienta y prioridad de Bosco Global para afrontar los retos principales en el desarrollo de los países del sur. Desde Bosco Global seguiremos compartiendo las buenas nuevas que nos llegan desde Senegal.
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