El día de retiro del miércoles de ceniza se abrió con una meditación de don Pascual Chávez, Rector Mayor emérito, sobre la “Carta de Roma” de Don Bosco.
“La carta de Roma es el «Evangelio de Don Bosco»- ha explicado, – respira el aire de los comienzos, que siguen siendo «normativos» y no simplemente «anecdóticos», e invita a la conversión espiritual a Dios, pastoral a los jóvenes y estructural: haciendo que nuestras presencias sean más evangelizadoras para llevar a los jóvenes a Cristo y a la Iglesia.
Es aquí donde encontramos esa espléndida frase de Don Bosco: “Que los jóvenes no solo sean amados, sino que ellos mismos sepan que son amados”.
“Es, sin duda, el significado más transparente de la carta, enunciación del gran principio que podríamos llamar la ‘visibilidad del amor’, – sugiere Pascual Chávez. En los textos del Nuevo Testamento, el amor se asocia con la luz, como la irradiación de la propia luz que es Dios”.
Y el amor que los Salesianos muestran por los jóvenes podría ser comparado con una pequeña Transfiguración.
Por lo tanto, es necesario verificar, aprender, inventar los lenguajes del amor. “ El salesiano debe ser un apasionado cultivador de los lenguajes del amor; – ha insistido don Pascual – una lección que aprende no solo escuchándose a sí mismo sino también escuchando al otro: sus necesidades, sus sensibilidades, sus posibilidades de expresión y sus capacidades de recepción.
“Hoy es este el desafío fundamental del educador: hacer entender que ama de verdad, que ama para siempre, que ama todo lo humano que aparece ante él y que se revela y modifica con el paso del tiempo; demostrar que ama incluso ante el rechazo, el olvido, la distorsión o el uso especulador; y convencer así al amor, o sea es dar a luz la convicción interna de que se es digno de amor y, más aún, que se es capaz de amar y es la percepción del propio valor inalienable, es el fundamento de la propia dignidad, es la raíz de toda auténtica esperanza; y hacer intuir, pero esto también es gracia, que hay una Fuente, que es para mí y para ti, siempre abierta y disponible, nunca agotable en su inexhausta riqueza”.
“Por tanto, hay un elemento de racionalidad que debe intervenir, que es una necesidad de conocimiento que debe tomar y guiar al educador salesiano: y es conocer a los jóvenes, comprender las situaciones, las preguntas, las necesidades de saber hacerlas frente”.
El amor se convierte, en ambas direcciones: encuentro, confianza, colaboración cordial y sobre todo alegría y felicidad de “sentirse bien estando juntos”.
Y para Don Bosco la felicidad es un camino privilegiado de evangelización :“verte feliz en el tiempo y en la eternidad” y un camino que se abre a Dios.
Un trocito de Chieri en Valdocco
Estaba previsto que el tiempo de retiro de inicio de la Cuaresma lo vivieran los capitulares en Chieri y en el Colle Don Bosco, pero ese desplazamiento no pudo realizarse por motivos de salud pública. Por un lado Fernando Miranda, de Salesianos María Auxiliadora con su entrada en el blog para el capítulo de su inspectoría : Valdocco, un lugar privilegiado para empezar el camino hacia la Pascua y por otro, Samuel Segura de Salesianos Santiago el Mayor con su propuesta: Don Bosco nos echó de menos en Chieri, contaban como han vivido este miércoles de ceniza especial para ellos.
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