ADVERTENCIA: El artículo contiene algunos detalles de la película que revelan parte de la trama.

El pasado mes de diciembre, llegó a las carteleras de los cines españoles ‘Wonder’. La película cuenta la historia de Auggie Pullman, un niño con una deformación facial que, tras superar varias intervenciones quirúrgicas y recibir clases desde pequeño en su casa, se enfrenta por primera vez al reto de asistir a una escuela.

El film, al igual que la novela original, aborda el problema del acoso escolar. Llama la atención la semejanza entre la moraleja de varias historias de la película y el Sistema Preventivo de Don Bosco. Estas diez frases del fundador de los Salesianos son prueba de ello:

1. «La educación es cosa del corazón».

Tanto los padres de Auggie como su profesor, el Sr. Browne, demuestran una gran pasión en la labor de educar. Formar personas pasa por poner primero el Amor.

2. «De la sana educación de los jóvenes depende la felicidad de las naciones».

Cabe destacar el esfuerzo del director del centro, el Sr. Tushman, para que Auggie se sienta acogido desde antes incluso de empezar las clases. También el Sr. Browne apuesta por la integración. El respeto a las diferencias se basa en la convicción de que existe una dignidad común.

3. «Eliminen de una comunidad la murmuración y la parcialidad, y se gozará de una paz perfecta».

Este consejo de Don Bosco a las comunidades salesianas es aplicable a cualquier grupo humano. Cuando el protagonista de la peli llega a la escuela, se convierte en el centro de las miradas por su aspecto físico. Si los prejuicios se dejan de lado, hay posibilidades de entenderse, tal como se refleja en el film.

4. «La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos».

A pesar de su timidez y de las burlas, Auggie no duda en demostrar su compañerismo. Su forma de actuar se corresponde con la máxima escrita por el Sr. Browne en la pizarra para inspirar a sus alumnos: «Cuando tengas que escoger entre ser correcto y ser gentil, escoge ser gentil».

5. «Sin sonrisa no es posible demostrar amistad»

Auggie no se siente animado en los primeros días de clases, pero después el panorama cambia. Jack Will, su primer amigo en la escuela, reconoce que le gusta pasar tiempo con él y que le hace reír.

6. «No basta con amar a los jóvenes; es preciso que se sientan amados».

La familia de Auggie lo ama con locura. Cuando el pequeño es marginado en la escuela, ellos están ahí para recordarle que es extraordinario. Además, sus amigos se esfuerzan por demostrarle la autenticidad de su amistad. Pero el protagonista de la peli no es el único que necesita sentirse amado. Su hermana Via y la amiga de esta, Miranda, también manifiestan esta necesidad.

7. «Ser bueno no consiste en no cometer ninguna falta, sino en saber enmendarse».

Uno de los momentos más duros para Auggie es cuando descubre a su amigo Jack Will hablando mal de él con otros compañeros de clase. También su hermana Via sufre por el distanciamiento de su amiga Miranda. Sin embargo, tanto Jack Will como Miranda caen en la cuenta de lo que han perdido, se arrepienten de sus errores y luchan por recuperar la amistad.

8. «En todo joven, aun en el más desgraciado, hay gérmenes de bondad».

Esta frase esperanzadora de Don Bosco se plasma en la película a través del personaje de Julian, el niño acosador. El director del colegio lo cita junto con sus padres en el despacho para imponerle una sanción por sus ataques a Auggie. Los progenitores demuestran con su actitud la influencia negativa que han ejercido sobre el chaval. No obstante, la escena termina con Julian pidiendo disculpas al Sr. Tushman.

9. «Tristeza y melancolía, fuera de la casa mía».

Don Bosco pedía estar siempre alegres, y esta parece que es la máxima en la casa de los Pullman. Cabe destacar también el optimismo que irradia Justin, el novio de Via.

10. «Las espinas de la vida se trocarán en flores para toda la eternidad».

El espíritu de superación es una constante en la película. Auggie sabe que hay que luchar para alcanzar las metas en la vida. Nunca hay que rendirse, porque siempre espera una recompensa.