El miércoles 27 de abril, tres profesionales del tercer sector aportaron enriquecedoras reflexiones desde diferentes miradas y disciplinas en torno a cómo los discursos del odio nos afectan en el día a día. Con el objetivo de fortalecer las competencias digitales en el sector educativo, el webinar Interconectad@s “Nuevas narrativas para la transformación social en tiempos de desinformación”, abordó cómo funciona la desinformación y su vinculación con las narrativas de discursos del odio. En este sentido, las estrategias y herramientas son esenciales a la hora de ampliar el pensamiento crítico desde las narrativas positivas, las narrativas del amor.
¿Cómo reconocemos las informaciones falsas para crear contenidos veraces?
Vivian Rangel, periodista de Maldita Educa, abordó el crecimiento desmedido de la desinformación en España haciendo alusión a que se trata de un fenómeno global. También destacó que los bulos conforman “la mentira que se hace viral” y que se puede mentir desde muchos y variados formatos. Por esta razón, es necesario fomentar el pensamiento crítico y cuidar en no caer en nuestros propios sesgos, según sus palabras. Al hablar de periodismo veraz, la periodista incidió en la creencia de un periodismo de datos y hechos para distinguir entre lo que es información y lo que es desinformación. ¿Por qué la gente crea bulos? Vivian lanzó esta pregunta a la audiencia del webinar para explicar los diferentes intereses que hay detrás de la desinformación: interés económico, interés en crear el caos o trolear y el interés ideológico que genera bulos para distorsionar la realidad.
Por último, terminó su ponencia con la máxima: “Si dudas, no lo compartas”.
Las narrativas del amor como proceso colectivo frente a los discursos del odio
“Las Narrativas son del Amor”. Lucila Rodríguez, Directora de Fundación Por Causa, puso en el foco a la información como elemento imprescindible a la hora de iniciar cualquier cambio. “Antes estuvimos nosotras; primero estuvieron los discursos de la comunidad y del amor”, así arrancó su intervención. Analizó cómo la digitalización de la información ha movido el tablero de juego con la llegada de los smartphones y así provocar una pluralización de voces. También explicó que no somos capaces de consumir información porque no tenemos las herramientas adecuadas.
Haciendo un balance sobre la persistente existencia de las narrativas de la distopía, recalcó que necesitamos utopías. “Necesitamos que nos empiecen a contar historias de utopías, de éxito; y el tercer sector tiene mucha responsabilidad en ello”. La idea clave desarrollada por Lucila hacía alusión a la urgencia de comunidades participativas con un enfoque colectivo donde la salida de la crisis se haga con Amor. Cuando se refiere al Amor es entendido desde “la cocreación colectiva donde nos identificamos como beneficiarias de lo que das; no cambias el entorno de una persona porque da pena, si crees que está bien, tú estás bien”.
Experiencias concretas de la juventud en la construcción de narrativas positivas
Claudia Usuga, educadora popular de Cic Batá, compartió las experiencias concretas que viven con la juventud. En un proyecto de su organización ponen en contacto a jóvenes con personas migrantes en un intercambio de historias para la generación de agentes transformadores dentro de los mismos procesos. Para Usuga el enfoque participativo es muy relevante a la hora de generar otras narrativas desde “lo positivo”.
Trabajando desde la comunicación para el cambio social, la educadora popular enfatizó en que el éxito del proceso reside en que son las personas que forman parte del proceso formativo las que crean y difunden su propio contenido con diversos formatos. “Es necesario movilizar a la gente para que compartan narrativas”, éste fue el aporte clave durante su participación en el webinar.
Aportes y reflexiones con las audiencias del webinar
Cada webinar ha contado con un espacio participativo para el debate. Entre las conclusiones, dilucidamos que hace falta más educación y mejor alfabetización digital para el análisis de los discursos. Además, comienza a ser urgente “desaprender esa forma que tenemos a la hora de comunicarnos”, tal como indicaba Claudia Usuga. Ante la inquietud de conocer cuál es el papel de la familia en la alfabetización mediática, se insistió que es en el mismo ámbito de “lo cotidiano” donde está el punto de partida. Es el lugar para reeducarnos sobre las nuevas plataformas que los jóvenes y mayores utilizamos en diferentes esferas y espacios.
Al debatir sobre la violencia estructural de los medios, que afecta a los sectores más vulnerables, la pregunta que surge es ¿cómo se genera la capacidad de análisis crítico?
La idea clave que atravesó el discurso de cada una de las personas que participaron del conversatorio reside en la necesidad de una comunidad participativa en la creación de narrativas del amor, de narrativas positivas para constrarrestar los discursos del odio y así lograr una convivencia armónica.
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