Tiempo de Pascua, tiempo de comuniones y confirmaciones en las parroquias salesianas

24 mayo 2022

Jaime Alonso y Redacción

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Haciendo un recorrido por las redes sociales de las parroquias salesianas, además de las actividades de la fiesta de María Auxiliadora, encontramos referencias a las celebraciones de la primera comunión y las confirmaciones. Como muestra lo vivido en estos últimos fines de semana en la parroquia de María Auxiliadora en Fuenlabrada (Madrid).

Primera Comunión

Veintiocho niños y niñas han seguido el curso normal de preparación para recibir a Jesús por primera vez. El sábado, día 21 de mayo, acabaron de coronar su proceso. Este curso, sólo tres habían decidido aplazar la recepción de la primera comunión por diversas circunstancias. También ahora han recibido por primera vez la comunión.

Sus catequistas, con entrega y generosidad, en horarios extra, han ido desgranando el programa de acompañamiento a estos niños que ya habían hecho el itinerario de preparación para recibir la primera comunión. Su cometido era ayudarles a seguir creciendo y madurando en la preparación de este sacramento de iniciación cristiana.

Inicio del camino

Por otra parte, están a punto las nuevas inscripciones de niños y niñas que el curso que viene iniciarán su catequesis. Las fichas de inscripción se difundirán a través de la palabra, los carteles de la parroquia, la web de la Obra Salesiana en Fuenlabrada y a través de los profesores de religión de los colegios del barrio. El proceso ya está en marcha y la campaña se desarrollará durante el mes de junio y, posteriormente, en el mes de septiembre.

El equipo de catequistas, haciendo gala de su impronta cristiana, valiente, resuelta, activa y llena de esperanza están sacando lo mejor de sí mismos para abrir horizontes positivos a los niños y niñas que acuden a las catequesis.

La Nueva Evangelización tiene sus exigencias y nos hace “ponernos en marcha” con las herramientas del Sistema Preventivo “razón, religión y amor”, que arranca del sueño de los 9 años de Juanito Bosco. «No con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a estos amigos tuyos. Ponte, pues, inmediatamente a hacerles una instrucción sobre la fealdad del pecado y sobre la belleza de la virtud» o el “hazte humilde, fuerte y robusto”, o el “Yo te daré la Maestra, bajo cuya disciplina podrás llegar a ser sabio y, sin la cual, toda sabiduría se convierte en necedad”.

Grandes retos esperan en la Obra Salesiana de Fuenlabrada para colocarnos plenamente en la onda del magnífico “Itinerario de Educación en la Fe” que llevan trabajando los salesianos en España ya desde hace unos años. El espíritu renovador del Nuevo Directorio de Catequesis, el camino sinodal que hemos iniciado con decisión y las directrices de la Congregación Salesiana para la “Nueva Evangelización” de los jóvenes nos ayudarán a crecer y a desarrollar con eficacia nuestra vocación y ministerio de catequistas, recientemente instituido por el Papa Francisco, afirman desde Fuenlabrada

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Jóvenes y no tan jóvenes confirmados

El domingo anterior, 15 de mayo, un grupo de 23 personas recibían la fuerza del Espíritu Santo por la imposición de las manos del “Vicario Episcopal para la Caridad”, don Aurelio Carrasquilla. Una persona sencilla, llana y cercana.

Ciertamente era un grupo diverso, con personas adultas, adolescentes y jóvenes del Centro Juvenil “Naranjoven”. Esta diversidad no significó para nada dispersión, sino todo lo contrario. Fue un testimonio muy expresivo de unidad.

Tras una preparación intensa, llena de contenidos doctrinales, espirituales y celebrativos, ahora llegaban por itinerarios diversos al encuentro eclesial y comunitario del Sacramento de la Confirmación. La explicación es muy sencilla, y es que todos esos senderos transitados por personas individuales tan diversas en edad, cultura, maneras de ser… tenían las huellas del mismo Jesucristo. Él nos lo había revelado: “Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida”. “Nadie va al Padre, sino por mi”.

La celebración rezumaba paz. alegría, participación y compromiso… Ojalá que esta misma experiencia fuerte de “fe, esperanza y caridad”, pueda ir transmitiéndose periódicamente a las nuevas generaciones.

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