Un día muy esperado por todos los participantes del Campobosco (#CPB22) llegó al fin: el 5 de agosto con la visita a Turín, a los lugares salesianos que marcaron la vida como sacerdote de San Juan Bosco, dedicada por entero al cuidado y la educación de los muchachos más pobres de su época en el Siglo XIX.
La mañana inició con la salida en autobuses desde el Colle Don Bosco hasta Turín, una hora aproximadamente de recorrido, en la que se pidió a los jóvenes formular algunas preguntas que por la tarde respondería el propio Rector Mayor, en el encuentro multitudinario con él en la Basílica de María Auxiliadora.
Con Don Bosco, Maín y Domingo Savio
A la llegada a Turín-Valdocco, como se ha venido haciendo en este Campobosco, los jóvenes se separaron en el grupo A y B para realizar las visitas oportunas de por la mañana, hasta que se reencontraran todos juntos a las 17 horas para el encuentro, anteriormente mencionado, con Ángel Fernández Artime.
El grupo A vivió el momento emocionante de entrar por primera vez a la Basílica de María Auxiliadora. Unos jóvenes entraron con los ojos cerrados, en grupitos, llorando, asombrados de lo que estaban contemplando. Por fin, después de muchos años, conocieron el lugar dedicado a la Auxiliadora, donde está la capilla de Don Bosco, María Mazzarello o Domingo Savio, entre otros rincones. Unos minutos de enorme emoción que recordarán para el resto de sus vidas.
Después de un primer contacto con tan hermoso templo, construido por la “Providencia” y por las ganas impetuosas de Don Bosco de 1864 a 1868, los participantes de este grupo A tuvieron un momento de silencio y oración para motivar un día para el recuerdo en la casa de Don Bosco.
Por Valdocco
Posteriormente, a eso de las 11 de la mañana, los jóvenes iniciaron la visita a los lugares de Valdocco por tres zonas: la zona del Museo Casa Don Bosco, la de la Basílica de María Auxiliadora y la de iglesias y patio.
En la primera de las zonas, el Museo Casa Don Bosco, inaugurado en septiembre de 2020 y, por tanto, primera vez que un Campobosco nacional disfrutaba del mismo, hicieron un recorrido por varias de sus estancias, como los sótanos, donde se encontraban la cocina y los comedores originarios del oratorio de Don Bosco; las salas de maquetas, con la historia de la evolución de Valdocco; las habitaciones 1 y 2, en las que se localizaban las estancias del santo de los jóvenes y su capilla; y otras salas del Museo Casa Don Bosco como la referente a la Santidad Salesiana, la de las misiones o de la pastoral juvenil.
En la segunda de las zonas, la de la Basílica de María Auxiliadora, visitaron su exterior en la entrada principal, la plaza y la estatua de Don Bosco, levantada por los Antiguos Alumnos; el interior con el altar y el cuadro de María Auxiliadora pintado por Tomás Andrés Lorenzone; la bóveda, el altar dedicado a Don Bosco y la cripta o los altares de María Mazzarello y Domingo Savio, entre otros.
Y en la tercera zona, la de iglesias y el patio de Valdocco. Estuvieron en el Pórtico de las Buenas Noches, donde Don Bosco les dedicaba unas palabras todas las noches antes de que se fueran a dormir; la Iglesia de San Francisco de Sales, construida entre 1851 y 1852, que dio mayor cobertura al oratorio según crecía en número de chicos; el patio principal con la famosa estatua de Don Bosco donde se hicieron muchas fotografías para el recuerdo, el jardín de Mamá Margarita o la fuente y los talleres.
Tras la comida en el patio de Valdocco, vino un momento de juegos: el pañuelo, la pelota, el paracaídas, los zancos o el frisbee. Don Ángel participó de alguno de esos juegos, como del pañuelo, y también se fotografió junto a la estatua de Don Bosco con todos los jóvenes que se lo solicitaban en un tono cercano y paternal.
Turín y la salesianidad
Por su parte, el grupo B fue acogido en el patio de Valdocco, en la zona del anfiteatro, por el salesiano español Alejandro Guevara, director de la comunidad Valdocco-María Auxiliadora y Animador espiritual de la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) en el mundo. A los jóvenes les dirigió unas palabras de bienvenida. “Llegar a Valdocco es un gran regalo, poned en memoria, recordad a todos los chicos y chicas que atendéis en centros juveniles o plataformas, y también de vuestras familias. Y les diréis: ‘De todos vosotros me acordé en Valdocco’”, les pidió.
Alejandro Guevara les instó a llegar allí, no con un corazón cerrado, sino abierto. “¿Cómo viniste a Valdocco? Hoy es el día de resolver dudas. Es el día de preguntar. Vivir Valdocco de cabeza no es suficiente, es el día de emocionarse, de exteriorizar vuestros sentimientos”, finalizó.
Después, este grupo comenzó la visita a los lugares más destacados de Turín con vinculación salesiana. Estuvieron en la estatua dedicada a Don Cafasso, director espiritual de San Juan Bosco; en la Consolata, principal santuario mariano en Turín, donde está enterrado Don Cafasso y donde acudía frecuentemente Don Bosco a rezar a la Virgen de la Consolación; en la Piazza Savoia, lugar que refleja el contexto histórico de dificultades en que vivió Don Bosco; la Iglesia de San Francisco de Sales, en la que Don Bosco ofició su primera misa tras su ordenación como sacerdote en junio de 1841, y la sacristía de la misma iglesia, donde Don Bosco y el joven Bartolomé Garelli tuvieron un encuentro el 8 de diciembre de 1841, germen del primer oratorio; en la Obra Social de la Marquesa Barolo (el Refugio), lo que fue un internado para niñas huérfanas en el cual Don Bosco prestó sus servicios como capellán; en Porta Palazzo, lugar donde Don Bosco iba para rescatar a los muchachos más desfavorecidos; o en el Cementerio de San Pedro in Vincoli, lugar al que por un día Don Bosco marchó con sus jóvenes del Oratorio tras irse de la casa de la Marquesa Barolo.
Preguntas al Rector Mayor
En el encuentro del Rector Mayor con los jóvenes a las 5 de la tarde en la Basílica de María Auxiliadora, el décimo sucesor de Don Bosco charló, en un tono amable y distendido, con los casi 800 participantes que abarrotaban la Basílica de María Auxiliadora con sus camisetas azules. Don Ángel respondió preguntas formuladas por varios jóvenes que subían al altar, sobre temas referentes a Don Bosco hoy, el carisma salesiano en el mundo, la respuesta salesiana ante los jóvenes más pobres -teniendo “casas salesianas de puertas abiertas y presencias afectivas y efectivas”-, sobre la sinodalidad -abordando el tema de una iglesia donde todos tengamos cabida, la posición de la mujer en ella y el celibato en el sacerdocio-, el ser cristiano en un mundo como el de hoy, sobre sus momentos buenos y malos de los ocho años y medio como Rector Mayor o los desafíos que tiene la juventud actualmente.
Una eucaristía multitudinaria
A las 18:30 horas tuvo lugar la misa presidida por el Rector Mayor. Toda la Basílica estuvo repleta de los jóvenes participantes del Campobosco, acompañando a Don Ángel.
En la homilía, el décimo sucesor de Don Bosco ensalzó el lugar en el que estaban, explicando que, desde la Basílica de María Auxiliadora, salieron los misioneros salesianos desde 1875 a todos los rincones del mundo y también el lugar del cuadro de la Virgen Auxiliadora pintado por Lorenzone, un lugar en el que Dios se hace presente. Y recordó las tres palabras de este Campobosco “atrévete”, “confía” y “vive”. “Atrévete a afrontar los retos de la vida y ponerlos en manos de Dios, porque te dará mucha paz; confía en que Dios nos sostiene y vive a pleno pulmón, siendo feliz en tu proyecto de vida”, recalcó.
En esta celebración eucarística se realizaron los actos de la renovación de votos de salesianos y salesianas: Luis Valverde y José María García “Chema” de Salesianos Santiago el Mayor (SSM); Rubén Ponce, Dani Sánchez, Mario Gómez y Fran Galán de Salesianos María Auxiliadora (SMX) y la renovación de votos temporales de Diana Arrobas (salesiana de la Inspectoría de Portugal). También el salesiano Jorge Juan Reyes, de la Inspectoría María Auxiliadora, en acción de gracias por su bodas de plata, renovó su compromiso delante del Rector Mayor y de los jóvenes. Y Rubén, un joven de Terrasa participante, recibió por primera vez la comunión de manos del Rector Mayor.
La misa con los jóvenes fue emitida por streaming a través del canal de YouTube de Salesianos España:
Tras la misa, los jóvenes cenaron en Valdocco y tuvieron un acto final ante la imagen de Don Bosco en la Basílica, con la predicación de las ‘buenas noches’ por parte del salesiano italiano Alberto Goia, Delegado de Pastoral Juvenil de la Inspectoría de Piamonte y Valle de Aosta. “Don Bosco está contentísimo de vuestra presencia hoy aquí”, dijo. Describió, en una primera idea compartida, que de los sueños de Don Bosco nació una realidad como es la Basílica de María Auxiliadora. “Los sueños se han hecho realidad”, comentó. Un segundo pensamiento que les transmitió es que, “en este sitio, la vida les ha cambiado a tantos y tantos chicos y chicas; han entrado siendo unas personas, pero han salido siendo otras”. Una tercera idea fue la de entrega. “Muchos jóvenes aquí han ofrecido su vida al servicio de Dios, al servicio de la Congregación Salesiana”, finalizó diciendo a los jóvenes del Campobosco.
El día llegó a su fin con el viaje de vuelta al Colle Don Bosco. Un descanso merecido para todos. Unas horas después volverán a Turín-Valdocco. El grupo A permanecerá en Valdocco para conocer sus lugares y el grupo B visitará los lugares salesianos de Turín.
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