La noticia, inesperada, nos ha sorprendido a todos: su corazón, el de un hombre que era todo corazón, sensible, entrañable y cercano, se agotó y dejó de latir.
Queda nuestro recuerdo agradecido a su vida y a la entrega de su persona al servicio de la misión salesiana… y la oración por su eterno descanso y para que Don Bosco y María Auxiliadora le introduzcan en el paraíso, en esa Navidad sin Adviento de la que esperamos ya esté gozando.
Alfredo era una gran persona, salesiano hasta el extremo en aquello de «casa que acoge» y «patio donde encontrarse con los amigos».
Era un verdadero enamorado de cualquier iniciativa relacionada con las convivencias fuera del colegio de referencia, y muy conocido y profesado era su amor por el colegio de Cambados.
Siempre cercano a la juventud, positivo, optimista y sensible, Alfredo era un gran tipo, incluso más allá de su vertiente religiosa.
Descanse en paz.
Una magnífica persona. Cercano y muy cariñoso.
Muy activo con los antiguos alumnos de la Laboral de Zamora.
Todos los años por estas fechas venía por casa con los calendarios de María Auxiliadora.
Hoy me extraño que este año no supiese nada de él. Llamé al colegio y me enteré de la fatal noticia.
Hacemos una oración por su eterno descanso desde nuestra casa, la misma que él bendijo hace casi 20 años.
Dios le tendrá en la Gloria
DEP Alfredo
No encuentro palabras para describir los sentimientos que me ha producido leer tan triste noticia. Te hemos echado de menos esta Navidad, pero no esperábamos ésto. Sentimos no haber podido estar en tu despedida. Mantendremos en el recuerdo todas las celebraciones y conversaciones que compartimos. Rezaremos por ti.
¡¡¡Gracias por tanto!!!