Este encuentro, que hacía mucho tiempo que no se hacía, resultó del agrado de todos.
Un cuartel para oficiales
Una batalla sin armas Mi nacimiento fue la realización de un sueño anhelado por Don Bosco: un edificio para acoger a sus muchachos. Mis cimientos estaban asentados en la tierra. Mis tejados se elevaban hacia el cielo como promesas cargadas de futuro. Enseguida pasé...
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