“Acabé en la prostitución para poder comer”, dice Habba, hoy una joven de Sierra Leona que explica cómo escapó de su casa siendo menor de edad debido a los abusos y la violencia de su hogar. Habba vivió en la calle durante tres años, donde la pegaron, abusaron de ella… En la actualidad, vive su segunda oportunidad gracias al proyecto Girls Shelter+ que tienen en marcha en Sierra Leona. Su testimonio es el de muchos otros niños, niñas y jóvenes que por la pobreza, la falta de educación, la violencia, la desestructuración familiar… se convierten en víctimas de explotación y trata.
En el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, que se conmemora cada 23 septiembre, este año desde Misiones Salesianas quieren poner el foco en esos millones de menores que son víctimas y que necesitan ayuda para salir de su situación.
Más de 150 millones de niñas y 73 millones de niños en el mundo son víctimas de la explotación sexual o son obligados a mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, según cifras de la red ECPAT (Acabar con la Prostitución Infantil, la Pornografía Infantil y el Tráfico de Niños con fines Sexuales) y más de dos millones de menores son víctimas de trata con fines de explotación sexual, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). “Para luchar contra esta lacra, creemos que la educación es la mejor herramienta a nuestro alcance”, explica Eusebio Muñoz, director de la organización.
Los misioneros salesianos en muchos lugares del mundo trabajan para prevenir y acabar con esta forma de esclavitud del siglo XXI. “Stop Trata, uno de los proyectos que tienen en marcha en Etiopía, trabaja en la prevención a través de la formación profesional. Más de 15.000 jóvenes dejarán de ser potenciales víctimas de trata, ya que están recibiendo formación para poder emplearse”, añade Muñoz.
En Nigeria, en India, en Ghana… y en muchos otros países del mundo tenemos en marcha proyectos para que jóvenes, niños y niñas en riesgo tengan la oportunidad de recibir formación y educación para que no se dejen engañar por falsas promesas de un futuro mejor.
La vida de un niño o niña que tiene la oportunidad de ir a la escuela cambia de manera radical. “Entra en un círculo virtuoso que supone un desarrollo individual, pero también de su comunidad. Los menores que reciben educación, además de encontrar mejores trabajos, conocen sus derechos, participan en la toma de decisiones y viven mejor”, expone el director de Misiones Salesianas.
Además de la prevención a través de proyectos de educación, también trabajamos en la intervención con menores que han sido víctimas de trata, como en Benín, o de explotación, como en Sierra Leona. Nuestro documental Love muestra las dificultades y la dura realidad de las menores que viven en la capital, Freetown, y también el trabajo que se hace para apoyarlas y ayudarlas a recuperar sus vidas.
“Se les da un refugio, acceso a sanidad, reciben educación… y se busca la manera de que se conviertan en protagonista de sus vidas”, dice Muñoz. Hasta hoy más de 600 chicas han dado un vuelco a sus vidas gracias al programa Girls Shelter+. “Acabar con la explotación sexual en Sierra Leona es un reto que nos hemos marcado y que estamos consiguiendo. El pasado mes de agosto firmamos el Acuerdo contra la Violencia Doméstica y Sexual a Niñas y Mayores en Sierra Leona con la primera dama del país, Maada Bio, como testigo y junto a otras organizaciones de protección de infancia”, explica Muñoz.
0 comentarios