En lugar de leer el discurso preparado, el Pontífice improvisó unas palabras cargadas de espontaneidad y cercanía: “Comunicar es salir de uno mismo. Gracias por tu trabajo, es importante, siempre que sea verdad”. El evento, que reunió a periodistas, escritores y comunicadores de todo el mundo, marcó el inicio de más de 35 actividades programadas para el Año Santo.
Francisco agradeció la labor de los comunicadores, resaltando su papel fundamental para construir la sociedad y la Iglesia. En un tono cercano, bromeó sobre el discurso de nueve páginas que decidió no leer: “Con el estómago revuelto, leer esto sería una tortura”. Su mensaje giró en torno a la verdad y la autenticidad, invitando a los presentes a reflexionar no solo sobre lo que comunican, sino también sobre si ellos mismos son genuinos en su labor.
El evento también contó con momentos destacados como el diálogo entre Maria Ressa, Premio Nobel de la Paz 2021, y el escritor irlandés Colum McCann, moderado por Mario Calabresi. Ambos discutieron sobre los desafíos de la comunicación en contextos de conflicto, como las historias que conectan a israelíes y palestinos en medio del dolor. Además, la actuación del violinista Uto Ughi añadió un toque musical con piezas de Bach y Piazzolla, justo antes de la llegada del Papa.
Francisco también dedicó parte de su mensaje a los periodistas que han fallecido en zonas de conflicto, recordando que 120 de ellos perdieron la vida en 2024. Hizo un llamado a la liberación de los 500 comunicadores encarcelados en el mundo por su búsqueda de la verdad, destacando que “la libertad de los periodistas es la libertad de todos”. Asimismo, abogó por la libertad de prensa y pensamiento, advirtiendo que sin una información libre y responsable, las sociedades corren el riesgo de polarizarse y destruir sus vínculos de convivencia.
Finalmente, el Papa animó a los comunicadores a tener “el coraje de contar historias de esperanza” que alimenten la vida y construyan puentes. En su reflexión, subrayó la importancia de no ceder a las “podredumbres” del consumo irreflexivo de las redes sociales, especialmente entre los jóvenes, y pidió un esfuerzo colectivo para educar el pensamiento crítico. Su mensaje concluyó con una invitación a recuperar la humanidad en el corazón de la comunicación: “Hablar de esperanza es ver las migajas de bien incluso cuando todo parece perdido. Es permitirnos esperar contra toda esperanza”.
0 comentarios